Fotografía de Guillermo Gumiel

Adonay

Bermúdez

Nombre y Apellidos: Adonay Bermúdez
Nacimiento: Lanzarote, 1985
Categoría: Comisario y gestor cultural
   

13 de abril de 2022. Elena Marrero Betancor

Nuestro invitado de hoy es comisario y gestor cultural, su trabajo refleja su interés por los problemas existentes en la sociedad actual, relacionados, sobre todo, con el compromiso social y la política global.

Es importante destacar su vinculación con el archipiélago canario a través de todos los proyectos que ha realizado, teniendo muy presente a los artistas de las islas. Le damos paso a nuestra mesa de tertulias a Adonay Bermúdez (Lanzarote, 1985).

Bienvenido a nuestra pequeña tertulia. Tras esta breve llega el turno de las preguntas. Comenzamos con la primera: ¿Cómo fueron tus inicios profesionales en el mundo del comisariado? ¿Por qué decidiste dedicar tu vida al arte y a la cultura?

Comencé por casualidad. Siempre estuve vinculado a la cultura y al arte pero no me planteaba el comisariado como una profesión de la que pudiera vivir. Fue entonces cuando me propusieron comisariar una exposición en una pequeña sala municipal en Lanzarote y a partir de ahí me enamoré por completo del comisariado. Una tortuosa relación de ya trece años con sus subidas y sus bajadas. Me interesa especialmente el carácter social del arte, esa capacidad de llegar a los distintos públicos y de poder generar debate.

A raíz de tu experiencia en el mundo del comisariado, ¿qué ventajas y desventajas observas al trabajar desde y en Canarias?

Vivir del comisariado únicamente en Canarias siendo independiente es prácticamente imposible. Son muy pocos los centros o museos en las islas que verdaderamente son capaces de ofrecer unas buenas condiciones laborales y económicas. Desde el principio tuve claro que no podía depender de Canarias, tenía que salir fuera aunque mi base, mi casa, estuviera en Lanzarote. Seguramente es lo más inteligente que he hecho en mi vida. Vivir económicamente de lo que hago fuera me aporta mucha libertad e independencia, me permite seleccionar los proyectos que realmente quiero hacer y, por tanto, dota de coherencia a mi trabajo curatorial.

Canarias ha aportado muchísimo a mi trabajo, muchísimo. La mayoría de mis intereses curatoriales proceden de ahí. He abordado el turismo o la migración en muchas de mis exposiciones, pero también la multiculturalidad o el manido concepto de identidad. Al fin y al cabo, yo recurro al comisariado y, por ende, al arte para entender no solo lo que me rodea, sino para entenderme a mí mismo. Mi atracción por África o Latinoamérica o mi vertiente más contestataria o activista –generada sin duda por la figura de César Manrique- no tendría sentido en otro contexto. No solo soy un comisario hijo de mi tiempo, también lo soy del territorio que habito.

¿Crees que la sociedad entiende y comprende el papel que juega un comisario con respecto al desarrollo de la cultura?

Por supuesto que no lo sabe y en el fondo me alegra de que no lo sepa. Este hecho me permite jugar y experimentar, me concede la posibilidad de que arriesgue y, sobre todo, de que me equivoque. Yo he cometido muchos errores y espero cometer más, eso habrá significado que no me he acomodado y que he arriesgado.

Obra de Teresa Correa dentro de la exposición "Desobediencias y resistencias" en Centro de Cultura Contemporánea Condeduque (Madrid). Fotografía de Guillermo Gumiel.

Obra de Teresa Correa dentro de la exposición «Desobediencias y resistencias» en Centro de Cultura Contemporánea Condeduque (Madrid). Fotografía de Guillermo Gumiel.

Nos gustaría saber qué proyecto o proyectos recuerdas de manera especial. ¿Podrías adelantarnos algo sobre los proyectos en los que estás trabajando actualmente?

Son muchos los que recuerdo con cariño, pero seguramente me quedaría con el año de Espacio Dörffi, un pequeño centro de arte que monté y dirigí entre 2017 y 2018 en Lanzarote. Fue una montaña rusa de sensaciones pero aprendí mucho y di todo lo que podía dar en ese momento.

El 2022 será un año intenso. Acabo de inaugurar ‘Lo (in)visible’ en la Sala Amadís de Madrid, un proyecto de Injuve. Me hizo mucha ilusión que me invitaran a comisariarlo, es un proyecto fantástico que llevan años coordinando desde el Gobierno de España. En breve me iré a Costa Rica para presentar ‘Desobediencias y resistencias’ en el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo de San José y posteriormente a Colombia con una residencia artística en Plataforma Caníbal de Barranquilla. Además, conferencias, talleres y exposiciones en IAACC Pablo Serrano de Zaragoza, CAAM de Las Palmas o CCE de Honduras, entre otros. 

¿Cómo ves el panorama artístico en Canarias?

Bueno, todo es mejorable, especialmente en cuanto a las instituciones se refiere. Es necesario exigir buenas prácticas y una mejora en las condiciones laborales. Veo que hay una mayor implicación pero, aún así, me sigue preocupando la falta de visibilidad de lxs profesionales canarixs en el exterior. Cada año espero ver propuestas realmente fuertes por parte de las instituciones canarias y por ahora solo llegan tímidas acciones puntuales. Admito que estoy disfrutando con el despegue internacional de los últimos años de artistas canarixs como Raisa Maudit, Teresa Correa, Acaymo S. Cuesta o Luna Bengoechea, entre otrxs, pero hay muchxs más que necesitan un empuje. Me alegra mucho la labor de hormiguita de la Fundación Francis Naranjo, de CIC El Almacén o del Centro de Cultura Audiovisual Gran Canaria, que sin que se note mucho están haciendo un trabajo fundamental para el contexto artístico canario.

¿Cuál es tu opinión sobre el frenético ritmo de vida actual y el papel tan importante que juegan las redes sociales en la comunicación? ¿Y en relación con el arte y la literatura?

Con las redes sociales tengo una especie de amor-odio. Antes me obsesionaban más, ahora solo las veo como una herramienta de trabajo. Me permiten estar conectado, mostrar mi trabajo y conocer el trabajo de otrxs. Sin más. Pero de repente llega un virus y los ritmos, los tiempos y las estructuras laborales y personales adquieren otras dimensiones, reafirmando esa dependencia de la tecnología y empujándonos a un escenario de supervivencia. Durante la pandemia me asustó como la cultura dependió mucho del ámbito online y me preocupaba que su hegemonía quedara implantada para siempre. Al final poco a poco las aguas están volviendo a su cauce aunque ha quedado patente la fragilidad del sector cultural. Nos hemos adaptado con facilidad el formato de reunión y docencia online, pero veamos en los próximos años qué tal evolucionan las exposiciones online, el arte digital, los NFTs o la criptomoneda, por nombrar algunos ejemplos. El mundo del arte está cambiando, esperemos que sea para bien.

Obra de Mateo Maté dentro de la exposición "J(e m)'accuse o la mort de l'autor" en Bòlit Centre d'Art Contemporani (Girona)

Obra de Mateo Maté dentro de la exposición «J(e m)’accuse o la mort de l’autor» en Bòlit Centre d’Art Contemporani (Girona)

Estamos creando una colección de arte y una biblioteca de sugerencias para nuestros lectores. ¿Qué obra artística y literaria canarias nos recomiendas?

Uy, son muchas las sugerencias y si empiezo a nombrar seguramente me dejaré a más de la mitad fuera. Si me lo permiten voy a recomendar un solo nombre: Teresa Correa. Sin lugar a dudas está en su mejor momento profesional. Su trabajo es de una exquisitez y una coherencia como pocos. En los próximos años su nombre no parará de sonar y, mientras digo estas palabras, no paro de sonreír. Se lo merece. Acaba de llegar de Dakar de inaugurar una exposición impresionante, la veremos presente en muchas exposiciones fuera y dentro de España, varios museos internacionales están adquiriendo sus fotografías y en breve el Gobierno de Canarias publicará un nuevo tomo de la Biblioteca de Artistas de Canarias dedicado a su trabajo. 

Para despedirnos solo nos queda darte las gracias por dedicarnos este ratito. Gracias por dejarnos descubrir todo el trabajo que esconde la gestión y mucho ánimo con tus próximos proyectos. Hasta la próxima tertulia.

Muchas gracias a ustedes, ha sido un auténtico placer.

Últimas exposiciones

2022

  • Desobediencias y resistencias. Museo de Arte y Diseño Contemporáneo de Costa Rica. Artistas: Marina Abramović, Teresa Correa, Itziar Okariz, Regina José Galindo, Matt Mullican, Shirin Neshat, Jürgen Klauke y Sigalit Landau.
  • Lo (in)visible. Ayudas Injuve para la Creación Joven 2020/2021. Sala Amadís, España. Artistas: Patxi Burillo Nuin, Abel Jaramillo, Federico Pozuelo, Rebeca Lar, Marius Ionut Scarlat y Laura Tabarés.

2021

  • Madre de Teresa Correa en CIC El Almacén, España.
  • J(e m)’accuse o la mort de l’autor.  MAC Mataró, Barcelona. Artistas: Mateo Maté, Dora García, Enric Farrés Durán, Pere Noguera, Núria Güell + Levi Orta, Marta Negre, Rogelio López Cuenca, Dionisio Cañas, Francesc Ruiz Abad, Daniel G. Andújar, Azahara Cerezo, Tere Recarens, Dòmenec, Blanca Casas Brullet e Itziar Okariz.

Publicaciones

2017

  • Penumbra. Editorial Micromegas, España

2015

  • Los Dictadores (el poder subversivo del arte). Editorial Vortex, Chile

2014

  • (junto a Vanessa Rodríguez) Lanzarote. Arte y Temporalidad. Ediciones Remotas, España

Premios

Ganador Komisario Berriak Tabakalera 2021, España

Ganador Beca Residencia Artística 2020 en investigación de CAAM – Centro Atlántico de Arte Moderno, España

Proyecto seleccionado Red ITINER de la Comunidad de Madrid, España

Para más información sobre este comisario visten: www.adonaybermudez.com