El triángulo del arte en Canarias se abre en Vegueta. Durante 3 meses, del 23 de marzo, al 18 de junio, la gran exposición ‘Isla de Arte. Una colección para el Museo de Bellas Artes de Gran Canaria’ exhibe una selección de unas 250 piezas que forman parte de la colección de arte pública de más alto interés patrimonial y artístico que a día de hoy se conserva en Canarias, la del Cabildo de Gran Canaria. Las tres sedes escogidas para mostrar simultáneamente este triángulo artístico en el corazón del casco histórico capitalino, son la Casa de Colón, el Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) y el Centro de Artes Plásticas (CAP), todos ellos centros gestionados por la Consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria. Asimismo, la exposición contempla una Sala Metaverso, el primer proyecto de su ámbito que se ejecuta en Canarias.
La exposición
La selección de las piezas para ‘Isla de arte’ parte de las premisas o el relato artístico sobre el que se estructurará el Museo de Bellas Artes de Gran Canaria, esto es: todas aquellas obras de carácter artístico producidas y relacionadas contextualmente con Canarias, así como las conservadas o depositadas en el Cabildo de Gran Canaria que ya forman parte de su propia colección. Para articular el contenido de estos bloques estéticos, se ha realizado una ardua labor de selección de las piezas que lo forman, un laborioso y crítico trabajo interno, comisariado por Francisco Javier Pueyo, conservador de la Casa de Colón y profesor de la UNED, y Orlando Britto, director del CAAM, que no se queda en una mera selección de piezas, ya que surge directamente de la labor de catalogación que se realiza principalmente en la Casa de Colón y en el Centro Atlántico de Arte Moderno.
La primera sección de la muestra, ‘Sustrato latente y cimientos artísticos’, acoge, en la Casa de Colón, un periodo amplio, pero centrado en los momentos nucleares de la incorporación del archipiélago a la Corona de Castilla. En este espacio se exhiben piezas relacionadas con las antiguas poblaciones canarias, como pintaderas, recipientes cerámicos decorados, fragmentos de ídolos o unos maravillosos burgados con decoraciones a modo de cenefas geométricas de carácter exquisito. Junto a estas piezas, encontraremos elementos artísticos, religiosos fundamentalmente, que atestiguan el cambio de repertorio. Destaca en este apartado una talla andaluza de finales del siglo XV, ‘Santa Ana enseñando a leer a la virgen’, íntimamente relacionada con la fundación de la ciudad de Las Palmas, así como las espléndidas tablas flamencas de Gumart de Amberes, del Maestro del Papagayo o ‘La Huida a Egipto’, del Maestro de la Leyenda de Santa Catalina.
En el apartado ‘Flujos europeos’, que igualmente se exhibe en la Casa de Colón, se agrupan las piezas de mediados y finales del siglo XVI y del siglo XVII, obras de origen europeo que están presentes en la colección del Cabildo de Gran Canaria. Se distinguen aquí tres líneas claras que se entremezclan. La primera sería la formada por las piezas procedentes de la península itálica, con postulados de estética renacentista y manierista que se adentran en el barroco, donde sobresale un Cupido tallando un arco réplica del original del Parmigianino, o un espléndido San Andrés, de José de Ribera, depósito del Museo del Prado.
La segunda la forman las piezas de pintura española del siglo XVII, con obras como las atribuidas a Bartolomé Esteban Murillo, depositadas en la Casa de Colón por el Gobierno de Canarias para el futuro Museo de Bellas Artes de Gran Canaria, o una impresionante Inmaculada Concepción del pintor de cámara barroco de Carlos II, Juan Carreño de Miranda. Por último, el tercer flujo lo componen las obras relacionadas con el norte de Europa, con nombres tan relevantes como Rembrandt, Hendrick Goltzius, Theodore de Bry o Joachim von Sandrart, así como interesantes cobres de talleres flamencos que atestiguan la influencia y la difusión de un ideario estético por todo el territorio europeo del momento.
En el bloque ‘Barroco Atlántico’, de nuevo en la Casa de Colón, tenemos un conjunto de piezas procedentes del continente americano que atestiguan los viajes de ida y de vuelta de artistas y piezas. Destaca de forma brillante ‘La Coronación de la Virgen por la Santísima Trinidad’, del pintor Joseph de Páez, realizada en México en 1756, el barroquizante ‘Niño Jesús Nazareno’, de escuela cuzqueña, también de mediados del siglo XVII; así como dos cuadros de castas mexicanos de finales del siglo XVIII. En segundo lugar, se encuentran piezas elaboradas por artistas que desarrollan su producción en el archipiélago, creadores inicialmente formados en la órbita canaria que logran dar el salto a la península, como Francisco de Paula (esclavo liberto de Alonso Ortega), Cristóbal Hernández de Quintana (‘La visión de San Bernardo’, de 1724), José Rodríguez de la Oliva (‘Retrato del Obispo Juan Bautista Cervera’, de 1770), o el grancanario Juan de Miranda.
Camino a la modernidad
La sección ‘Ecléctico camino a la modernidad’, que se exhibe de manera compartida por la Casa de Colón y el Centro de Artes Plásticas (CAP), es una de las más amplias de la exposición, lo que demuestra la importancia de las piezas y las estéticas del siglo XIX y comienzos del siglo XX en la Colección del Cabildo de Gran Canaria. Partiendo de los grabados de Goya (‘Los disparates’, de 1815-1824), se han establecido diferentes líneas expositivas agrupadas por temáticas. De los postulados neoclásicos, románticos y realistas del siglo XIX, se pasa a las tendencias modernistas, postimpresionistas y costumbristas del primer tercio del siglo XX.
La importancia que adquiere el retrato como género independiente en estos momentos se muestra en ejemplos tan conocidos como el retrato neoclásico del Obispo Verdugo, realizado por Luis de la Cruz y Ríos a inicios del siglo XIX. Una de las joyas indudables de la Colección del Cabildo de Gran Canaria es el retrato de Benito Pérez Galdós del pintor valenciano Joaquín Sorolla, realizado en marzo de 1894. Depositado en la Casa-Museo Pérez Galdós desde su compra en 1973, las delicadas pinceladas impresionistas de Sorolla crearon una de las piezas más reconocibles del novelista, formando parte de su imaginario.
En la sección 5, ‘Síntesis canaria y visiones insulares’, el visitante regresa a la Casa de Colón para apreciar piezas que están relacionadas, en principio, con la producción de la Escuela Luján Pérez, institución libre de enseñanzas artísticas creada en 1918 por Domingo Doreste, más conocido como Fray Lesco, que, en su intento de ofrecer una cierta educación artesanal de carácter utilitario, se convierte en un auténtico laboratorio de arte con figuras de la talla de Eduardo Gregorio, Plácido Fleitas, Felo Monzón, Jorge Oramas o Santiago Santana.
El último bloque de la exposición ‘Isla de Arte’, llamado ‘Horizontes múltiples’, se exhibe en su totalidad en el Centro Atlántico de Arte Moderno. Es un gran apartado que ocupa dos plantas enteras del CAAM con las estéticas relacionadas con las vanguardias y otras formas artísticas de expresión relacionadas con la contemporaneidad. Desde piezas relacionadas con el surrealismo, con Juan Ismael y Óscar Domínguez como artistas destacados, a las nuevas formas de expresión desarrolladas a partir de mediados del siglo XX, cuando se produce en Canarias un decisivo esfuerzo por llevar a cabo una aproximación a la actualidad artística nacional e internacional.
‘Isla de arte’ en el Metaverso
Como complemento a la exposición propiamente dicha, el Cabildo de Gran Canaria plantea, por primera vez, la creación de elementos tecnológicos vinculados con el Metaverso, el universo multiusuario que fusiona la realidad física con la virtualidad digital. Fruto de ese planteamiento surge un ambicioso proyecto, en el que las empresas ‘Wecolab’ y ‘NemeSys 2.0’ proponen una serie de acciones que enriquecen y complementan el desarrollo de la exposición, dotándola de herramientas tecnológicas de vanguardia.
La Sala Metaverso constituye una novedad dentro del ámbito museístico, tanto a nivel de planteamiento como de ejecución. Con esta obra industrial virtual, el Cabildo de Gran Canaria inaugura la primera Sala del Museo de Bellas Artes de Gran Canaria en el Metaverso.
En la Sala Metaverso encontraremos una selección de 25 obras escogidas especialmente en este entorno, de las que podrán disfrutar todas aquellas personas que accedan a través de su representación avatárica desde ordenadores, dispositivos móviles o gafas de realidad virtual. Además de la propia exposición, los avatares de los y las visitantes podrán asistir a charlas, visitas guiadas y otras actividades paralelas que tendrán lugar en este universo virtual.
Dentro de la programación de la Sala Metaverso se encuentra la participación de unos avatares especiales, en particular uno del pintor Jorge Oramas, que ofrecerán visitas guiadas e información sobre su obra y las expuestas en este espacio. También habrá talleres y tutoriales para aprender a participar en el nuevo entorno virtual.
Esta programación se completa con un ‘AR Game’, un juego de realidad aumentada que presenta diferentes retos a la ciudadanía. A partir de finales del mes de abril, siete edificios emblemáticos en los que se esconden códigos QR con pistas sobre diferentes obras de arte. Aquellas personas que quieran participar podrán acceder con sus dispositivos móviles y desvelar sus secretos.
Toda la información sobre cómo acceder a la Sala Metaverso, crear avatares, la agenda de actividades en el universo virtual y la dinámica del AR Game podrá seguirse a través de la página web www.grancanariaisladearte.com, que además ofrecerá todos los datos de la exposición y actuará como nexo de unión de todas las acciones de comunicación, que también tendrán presencia en las redes sociales como Instagram o Facebook.