Fotografía de Begoña Vega

Alicia

Pardilla

Nombre y Apellidos: Alicia Pardilla
Nacimiento: Las Palmas de Gran Canaria, 1981
Categoría: Artista interdisciplinar
Formación:

Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona

Doctoranda de segundo año por la Universidad del País Vasco

Colaboradora: Nira Cabrera
Fecha de la publicación: 05/08/2021

Formada entre Tenerife, Barcelona y Málaga, nuestra invitada siempre ha estado vinculada al ejercicio artístico desde distintos ámbitos. Investiga entendiendo el arte como herramienta para la ampliación del conocimiento, como vehículo de cuestionamiento, comunicación y transformación. Tengo el placer de darle paso a Alicia Pardilla (Las Palmas de Gran Canaria, 1981).

obra de Alicia Pardilla

Lo primero, bienvenida a nuestra pequeña tertulia. Tras la presentación inicial es el turno de las preguntas. Allá va la primera: ¿Cómo fueron tus inicios profesionales?

Desde que descubrí la creación artística, esta actividad se convirtió en una necesidad vital. Así, sin muchas opciones, esto fue lo que me empujó de forma inevitable a adentrarme en este campo. Necesitaba crear, investigar y profundizar en los mecanismos de la práctica artística, en los temas que me inquietaban en cada momento de vida y en el contexto que vivía. Como es sabido, tomar esta decisión implica asumir un inagotable proceso de trabajo que convivirá de forma implícita con todo tipo de complejidades. Por lo que, normalmente, esta decisión deviene principalmente por una fuerte pasión que empuja, que guía y que es la fuente de estimulación. Provee de todo el entusiasmo preciso para continuar, a pesar de las posibles dificultades de conciliación.

Mis inicios profesionales se enmarcaron en la gestión artística. A mi llegada de Barcelona, tras finalizar mis estudios en Bellas Artes, y dada la escasez de espacios artísticos y culturales en Las Palmas de Gran Canaria que posibilitaran una apertura, acceso y diálogo con los artistas locales, emprendí un proyecto de gestión artística que se denominó Fluxart, Laboratorio de Creación Contemporánea. En el casco histórico de Las Palmas de Gran Canaria puse en marcha un espacio autogestionado de proyectos y actividades artísticas, sin ánimo de lucro, que se ofrecía como alternativa a los canales oficiales de aquel momento. Este proyecto, que tuvo una duración de cinco años, desde el 2009 al 2014, no habría sido posible sin la colaboración de muchísimos artistas, creadores y personas maravillosas del ámbito cultural que lo hicieron posible. Movida por la realidad del movimiento Fluxus de los años 60 que, así mismo, sostenía las bases conceptuales del espacio, pensé que al igual que entonces, en Las Palmas de Gran Canaria y en aquella época, también podía ser posible. Así, se llevaron a cabo infinidad de actividades, desde residencias artísticas, exposiciones, mesas redondas, talleres, art labs, las famosas ediciones de subastas artísticas, flea markets, convocatorias de proyectos interdisciplinares y un buen etcétera. Fue una época hermosa y muy muy enriquecedora. No obstante, tras cinco años dedicada a la gestión de proyectos y actividades artísticas, entre otras ocupaciones profesionales, ya necesitaba centrarme en mi propia práctica artística.

Centrándonos en ese retorno de tu práctica artística, ¿en qué medida ha marcado la insularidad tu desarrollo artístico?

Creo que la insularidad es fundamental a la hora de considerar la producción artística de nuestro territorio. Me resulta una condición indisociable en tanto el artista, crea en función del contexto que vive y cómo éste le afecta. Así, si hacemos un recorrido por los y las artistas canarios y canarias de las distintas épocas podemos averiguar, a través de sus obras, cuáles eran sus preocupaciones e inquietudes, el paisaje que habitaban e incluso, las singularidades político-sociales-culturales, aún en las comunidades más pequeñas y remotas, de las que formaban parte. Del mismo modo, los materiales utilizados para la producción de sus obras, en ciertos casos, provienen del mismo territorio, del lugar más inmediato que habitan o son extraídos de la naturaleza, conformándose así un diálogo muy particular entre el artista y el ecosistema de su tiempo.

Por ello, y al igual que los artistas que me preceden, sí creo que mi práctica artística está influida por las condiciones medioambientales que habito. Resido en Gran Canaria, en una isla. Dependo de ella y de su lugar en el Atlántico, me interrelaciono con ella; yo la afecto y ella me afecta a mí. Me condiciona y también, por suerte o desgracia, tengo la capacidad de afectarla y modificarla. Sara Ahmed, en La política cultural de las emociones (2014), dirá: «Las emociones moldean las superficies mismas de los cuerpos, que toman forma a través de la repetición de acciones a lo largo del tiempo, así como a través de las orientaciones de acercamiento o alejamiento de los otros» (p.24). Nuestras emociones operan con capacidad de dotar de significado y valor, tienen capacidad de moldear los cuerpos, pudiendo generar una huella importante, una impresión sobre los otros en un amplio sentido; sobre el territorio y los otros seres del ecosistema. Con ello podemos imaginar la fragilidad y la trascendencia que tiene nuestra experiencia humana, el potencial de la transmisión de la historia que construimos y de nuestras emociones en relación al contexto que vivimos. Somos seres interdependientes y tomar conciencia de ello, nos hace conocedores de la importancia y responsabilidad que existe de forma inherente en la cohabitabilidad. Vivir implica la acción constante de impresión de marcas los unos sobre los otros.

En la actualidad, este es, junto con otros, uno de los temas que más me interesan y que investigo a través del proyecto de tesis doctoral: la práctica artística en la naturaleza en el contexto de las islas de la Macaronesia en el siglo XXI. Una producción artística, condicionada por la insular y la ultraperiferia. Me resulta fascinante indagar en las cuestiones que nos vincula con otros archipiélagos, con otros isleños, en nuestra relación tan particular con nuestro territorio y la naturaleza, con el mar, con el horizonte, profundizar en la singularidad de nuestra mirada, en lo que sucede en los espacios más remotos dentro de lo remoto, cuáles son nuestras nuevas ruralidades. Conocer cuál y cómo es la producción artística que acontece en relación a nuestro contexto ultraperiférico y natural, con respecto a nuestra biodiversidad, cuál es la idea de comunidad en nuestro territorio. En fin, con todo y en tanto soy isleña, me afecta y me importa conocer quiénes somos, qué nos define y establecer un diálogo con los archipiélagos más próximos de la Macaronesia, con quienes estamos emparentados. 

Recientemente, para una estancia de investigación que desarrollaré próximamente con motivo de la tesis doctoral que desarrollo, en uno de los archipiélagos de la Macaronesia, en una isla, detallaban como requisito fundamental saber nadar. Esta condición me pareció del todo poética y significativa. Por suerte, sé nadar.

¿Cómo nace tu proceso creativo?

Mi proceso creativo se sucede de forma paralela a los temas que me preocupan. A medida que profundizo e investigo sobre los conceptos que me afectan, van surgiendo las propuestas de materialización. Como parte de un mismo organismo los conceptos y las formas van definiendo su propia entidad. Me interesa muchísimo la obra entendida desde la experiencia o la situación artística; por tanto, en muchos casos, no se trata de un objeto material, concreto, tangible, sino de un acontecimiento. Desde la creación investigo las posibilidades del lenguaje y las estrategias artísticas como fuentes de mediación simbólica para alcanzar la expresión de una estética que configure un sistema no colonizador ni residual de la práctica artística, en tanto se ha venido constituyendo desde la creación artística, un fin último de producción de objetos o gesto artístico que puede traducirse como restos materiales de acumulación y especulación dentro de nuestro paisaje. Por el contrario, indago en fórmulas ecológicas y sostenibles que, trasladadas al espectro de la inmaterialidad, constituyan la posibilidad de una noción de obra devenida, tal y como decía con anterioridad, a partir de la construcción de una experiencia o situación artística que dialogue con los otros y el contexto.

¿Hay algún o alguna artista con el/la que te gustaría colaborar actualmente?

Además de los proyectos artísticos que desarrollo individualmente, uno de los aspectos que creo que define mi práctica artística es precisamente la concepción y participación en proyectos colaborativos o de carácter relacional. Me parece absolutamente enriquecedor, por un lado, trabajar con otras personas de las mismas u otras disciplinas, ya que amplifica enormemente el aprendizaje y las posibilidades del proyecto. Siempre suma. Contribuye enormemente a diversificar los puntos de vista y a su análisis rizomático o en parallax, acrecentando el conocimiento de cada una de las personas implicadas. Por otro lado, a nivel personal, es muy edificante. El tradicional ego del artista es desplazado por una experiencia colectiva horizontal, integradora, con muchas voces que se expanden hacia una pluralidad de soluciones posibles y múltiples que, finalmente, confluyen en lo común y esto es precioso. Es como construir un barco, en el que uno o una cose la vela, otro u otra que sabe de nudos, la ata al mástil que, a su vez, ha sido construido por otra persona, que entiende de carpintería y tipos de madera, y así sucesivamente, hasta construir un barco. El barco no tiene una única autoría y gracias al conocimiento de todos, pudo hacerse realidad. Así, participar en cualquier proyecto de forma colectiva es un regalo. Eso sí, debe haber honestidad, compromiso y sintonía.

Por tanto, siempre que esto se encuentre en sus bases y que el proyecto resulte ilusionante, estaré dispuesta a formar parte. Concretando personas y proyectos, citar el muy reciente cierre del proyecto Interferencias, arte para la transformación de procesos llevado a cabo junto a mi super compañera de alegrías y penurias, la bailarina y coreógrafa Begoña Vega, la estancia de investigación que emprenderé el próximo mes de agosto con la poeta Acerina Cruz y el fotógrafo Alfonso León o la investigación que realizo en la actualidad con la investigadora Ariadna Maestre Gutiérrez sobre las Cartografías de los afectos. Muy agradecida a ellas y a Alfonso por caminar juntos y juntas en estos interesantes procesos. ¡Todo un lujo!

En otro orden de cosas, desde la concepción de obra individual y personal, en muchos casos, incorporo al espectador como creador o participante decisivo en la construcción de las piezas. Desde este punto de vista relacional, el público, las personas, dejan de ser observadores, contempladores, espectadores, para ser agentes maravillosamente activos y protagonistas fundamentales dentro de las propuestas. Por tanto, la obra colaborativa aquí también tendría lugar.

¿Cuál es tu opinión sobre el frenético ritmo de vida actual y el papel tan importante que juegan las redes sociales en la comunicación?

¡Buff! Esta pregunta podría tener una respuesta extensísima. El impacto de las redes sociales y la tecnología en el ser humano y en la sociedad actual es uno de los temas que llevo trabajando desde hace casi dos años. Quizá resumiría esta cuestión en la urgencia de volver a lo más humano, en la urgencia del cuidado, la urgencia de conciliación con nosotros mismos, con las otras personas, la conciliación con la comunicación en persona, con nuestra ecología, con la naturaleza. Abstenernos de rendir culto e idolatrar la mediación de la vida a través de las pantallas y no sobrealimentar la ceguera del supuesto progreso hacia el que nos dirige la tecnológica. En contraposición, y para no extenderme en este punto, que es peligroso, ya que podría sumar muchas páginas, concluyo esta pregunta con una cita de mi admirado Josep Maria Esquirol, en su última publicación Humano, más humano (2021):

“—Humano más humano— expresa también la réplica a una de las evasiones ideológicas de nuestra época: la del transhumanismo, con sus golosas promesas de un más allá de lo humano. Obviamente, no me refiero a la cuestión de lo que seremos capaces de conseguir con las innovaciones biotecnológicas, sino al discurso que las acompaña y las adorna. ¡Qué paradoja más triste: aspirar a y confiar en llegar más allá de lo humano y quedarnos cortos en humanidad! Es decir, perdernos, y no advertir que el horizonte más importante no se encuentra más allá —más lejos—, sino más adentro.” (p.11)

Ahora los artistas compiten contra personalidades y profesionales de todo tipo para conseguir visibilidad en estos medios, ¿crees que el trabajo colaborativo es una buena estrategia para que las voces de los artistas tengan más fuerza?

La verdad es que, con todo mi respeto y pese a que esto pueda ser una realidad, me causa un terrible rechazo el concepto “competir”, por no decir otra palabra más contundente. En mi caso, no compito ni trato a toda costa de conseguir visibilidad. También me resulta espantoso y mezquino utilizar el espectro colaborativo como estrategia oportunista para proveerse el autobombo. No comparto en absoluto esto. Creo que el trabajo colaborativo debería provenir de una inquietud honesta que nace del deseo expreso de compartir y del cuidado por aquello en lo que se cree y sobre lo que se desea reflexionar y expresar de forma auténtica y desinteresada. Debería nacer de una integridad incuestionable. La voz del artista, bajo mi punto de vista, se sucede o tendría que darse de forma natural en tanto su práctica sea honesta y contribuya a la mejora o transformación de una civilización o una comunidad.

En mi opinión, la voz del artista no va en la dirección del lanzamiento o proyección de una individualidad, no debería ser la expresión de un deseo voraz de fama y reconocimiento. Considero la voz del artista como la mediación sin decoros ni banalidades de una expresión que es capaz de transformar las problemáticas del tiempo en que se vive en poéticas capaces de emocionar, de tocar al que mira, de suscitar la reflexión o adquisición de conocimiento. A mi modo de ver, la visibilidad o el éxito se sucede cuando un artista, en el planteamiento de un tema concreto a través de su obra, detona una acción, una emoción, una reflexión o hasta una transformación dentro de la colectividad a la que se dirige. El éxito, por tanto, no vendría tanto por ser fulanito de tal, sino por haber sacado a relucir tal tema y situarlo en el debate colectivo, con mayor o menor incidencia. 

En definitiva, considero que situar lo colaborativo como estrategia que se abre paso dentro de la competición por la visibilidad, me resulta contraproducente y contradictorio. Bajo mi punto de vista, contribuye a denostar completamente el concepto de colaboración.

¿Cómo ves el panorama artístico del Archipiélago?

Estoy convencida de que me falta mucho por saber y conocer para poder realizar un aporte con fundamento. No obstante, sí aprecio que los últimos años ha habido un importante incremento de las ayudas, convocatorias y subvenciones por parte de las distintas instituciones para los creadores del archipiélago canario. También se cuenta con un destacadísimo aumento en el número y tipología de actividades en las agendas culturales de las islas. Tenemos más espacios culturales o expositivos, con lo que se amplían y enriquecen las oportunidades dentro del panorama. Los esfuerzos por descentralizar la cultura, trasladando la programación a otros municipios, también se está haciendo visible. A pesar de ello, creo que siempre nos parecerá escaso y poco democrático. En ocasiones, a este respecto, se puede dar la impresión de que siempre son los mismos protagonistas los que ocupan las salas o reciben los galardones, pero incluso aquí creo que esto está siendo una realidad bastante diferente desde hace mucho. Podemos distinguir distintas miradas en la gestión de las iniciativas y propuestas de comisariado que se esfuerzan por ir más allá de los límites de lo conocido y reconocido, para explorar otros nombres y sus propuestas artísticas.

Por otra parte, me parece fundamental el trabajo y el esfuerzo que se viene realizando por distintos colectivos como AICAV, MAV o el IAC, que llevan unos más tiempo y otros menos, pero todos en una constante lucha por los derechos, apoyos y visibilidad de los artistas en nuestra comunidad y fuera de ella. Esto contribuye enormemente a que se abran caminos de diálogo y puertas que nos facilitan poder emprender y materializar nuestras propuestas artísticas, así que mil gracias desde aquí. 

En cuanto a los artistas, creo que el panorama es rico y diverso. No solo con respecto a los temas, sino a los lenguajes y formalización. Así mismo, hay una cuestión que me resulta fantástica y es el diálogo constante que se viene estableciendo entre los artistas insulares y los que vienen de fuera. Creo que nos encontramos en un momento muy afortunado en este aspecto. Hoy podemos ver en muchas salas de la isla, ya sea el Centro de Arte la Regenta, el Museo Castillo de Mata o el CAAM, entre otros, propuestas expositivas que reúnen artistas de distintas nacionalidades y de distintas generaciones en diálogo con los insulares. Esto facilita nuestra apertura hacia el mundo y viceversa, enriqueciéndonos con todas las aportaciones conceptuales que este intercambio implica. Del mismo modo, me resultan muy necesarias y acertadas las retrospectivas o individuales de ciertos artistas canarios de nuestra historia y contemporáneos, ya que sitúan en la escena artística y ponen en valor a los creadores y las manifestaciones artísticas de nuestro ámbito.

obra de Alicia Pardilla

Estamos creando una biblioteca de sugerencias para nuestros lectores, ¿qué libro no puede faltar en la estantería de Tertulia y Arte?

Recomendaría un libro no publicado aún. Me explico. Estoy segura de que existen muchos autores y autoras que no han tenido la ocasión de poder publicar una obra literaria de cualquier género: ya sea poesía, narrativa, ensayo… y que quizá no conozcan o no tengan la oportunidad de acceder a estos canales de difusión complejos o, precisamente, como hacía referencia con anterioridad, no tengan el nombre y apellido oportuno. Recomendaría una mirada a la periferia, a la ultraperiferia de nuestra ultraperiferia, una mirada a lo no comercial, a lo no convencional y lo no mainstream, a los que aún no se han nombrado, pero tienen nombre. A menudo existen grandes aportaciones fuera de foco.

Ya conocemos parte de tu pasado y de tu presente. Es el turno de una pregunta que no es fácil de contestar: ¿Cómo proyectas o visualizas tu futuro?

Bueno, pienso más el presente, el futuro es incierto. No obstante, sería fantástico poder continuar investigando, creando, compartiendo y trabajando para alcanzar una realidad más humana, solidaria y sostenible. Vivir en un lugar mucho más amable, empático y tener la salud necesaria para poder vivirlo, aunque sea un poquito. 

La artística, como cualquier carrera profesional, además de formación y talento, requiere de apoyos para poder desarrollarse. Nos gustaría saber quiénes han sido tus apoyos tanto personales como profesionales.

Apoyos personales han sido muchos. ¡Sobre todo estos! Mi familia, pareja, amigos en distintos momentos de mi trayectoria con una valiosísima capacidad de escucha y valiosísimos consejos, personas del mundo profesional que me han enseñado muchas cosas… Sería complicado enumerar sin dejarme a nadie importante. Cada persona que está cerca de ti, te aporta mucho en ese momento de vida. ¡Cuántos discursos de todo tipo me ha aguantado más de una! Reivindicaciones, ideas, lamentos, aventuras, sueños, guineos varios con tragedia incluida… y alegrías también. Qué importantes han sido y son.

Para despedirnos solo nos queda darte las gracias por dedicarnos este ratito. Gracias por dejarnos descubrir todo el trabajo que esconden tus obras y mucho ánimo con tus próximos proyectos.

¡Muchísimas gracias a ustedes! Un placer compartir.

Currículum

Exposiciones individuales

2021

  • Visiones desde el páramo. Casa de los Coroneles, Fuerteventura

2019

  • Visiones desde el páramo. Fundación Mapfre Guanarteme, sede La Laguna

2020

  • El principio de la incertidumbre. Centro de Artes Contemporáneas en São Miguel, Açores

Colecciones

 

  • Fundación Mapfre Guanarteme, Sin título 4, de “Visiones desde el páramo”

Premios

Interferencias_Alexa, Videoperformance CAAM online 2020, del CAAM

Interferencias_Espectáculo, selección de la pieza a través de Convocatoria Pública del Gobierno de Canarias con motivo de la crisis del COVID-19 para la selección de cien proyectos de investigación y creación artística

Interferencias_Influencer, selección del proyecto para Festival Intramurs de Valencia bajo el lema “Muralla de llum”

Interferencias, Arte para la transformación de procesos, proyecto de arte+educación, seleccionado en la Convocatoria Resisténcies Artístiques. Procesos Artísticos en Entornos Educativos 2019/2020 del Consorcio de Museos de la Comunidad Valenciana

Para más información sobre esta artista visiten: aliciapardilla.com

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