Fotografía de Arcadio Suárez 

Antonio

Arroyo Silva

Nombre y Apellidos: Antonio Arroyo Silva
Nacimiento: Santa Cruz de La Palma, 1957
Categoría: Poesía
Formación: Licenciado en Filología Hispánica

Colaboradora: Casandra González
Fecha de la publicación: 20/09/2021

Hoy tenemos una cita con Antonio Arroyo Silva (Santa Cruz de La Palma, 1957). Es Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de la Laguna. Ha sido colaborador de revistas  nacionales e internacionales y ha participado en el Festival Internacional de Poesía Encuentro 3 Orillas (Tenerife 2009), en el Homenaje de Poetas del Mundo a Miguel Hernández (junio de 2010) y en un encuentro de escritores alemanes e hispanohablantes en Berlín, XX Cita en Berlín 2016. También ha sido traducido al inglés, alemán, portugués y rumano. 

Tras esta breve presentación, y para comenzar con la ronda de preguntas, damos una calurosa bienvenida a nuestra pequeña tertulia a Antonio Arroyo Silva. Comenzamos con la primera: ¿Cómo fueron tus inicios como poeta?

Mis inicios como poeta empezaron en la adolescencia, pero se concretaron en la Universidad de La Laguna. Fue ahí en donde fui consciente de que lo que estaba haciendo no era un juego, sino una forma de vida. Todo comenzó en dos frentes: con una poesía, digamos, académica, a través del poeta Andrés Sánchez Robayna; y con otra poesía que, a pesar de su aparente irracionalismo, estaba más vinculada a la vida, a través de la poeta Olga Rivero Jordán. Mi voz va a surgir de una síntesis de ambas tendencias.

¿Cómo y en qué momento nace tu proceso creativo? Es decir, ¿qué es lo que te impulsa a escribir, a crear? ¿Por qué?

Yo creo que desde pequeño ya sentía esa inclinación hacia la escritura poética. Comenzó por mi capacidad de asombro por cosas aparentemente sin importancia. Más tarde, tras algunas lecturas, descubrí que esta predisposición no era algo que me ocurriera a mí solo y que incluso se podría escribir en versos. Todo esto fue madurando hasta que llegué a la Universidad de La Laguna y allí me encontré a poetas con obras consagradas que me apoyaron y me publicaron en sus páginas. Sin embargo, hasta el años 2008 no publiqué un libro como tal, sino en revistas. Siempre fui autocrítico y era consciente de que para publicar un libro debía tener un cierto grado de maduración.

¿En qué medida ha marcado la insularidad tu hacer literario?

Inevitablemente la isla ha marcado mi quehacer literario, porque es el medio en donde vivo. Pero he estado en la Península, Alemania y Puerto Rico y también me han marcado estos entornos. Yo creo que la poesía es la vida en movimiento. Sin embargo, esa visión de insular siempre me acompaña.

¿Con qué autor/a te gustaría colaborar, hoy por hoy, si tuvieras la oportunidad?

Colaborar con poetas es lo más difícil que puede haber, sobre todo porque los poetas son creadores solitarios que, no obstante, siempre van acompañados de todos aquellos poetas que le anteceden, bien por las lecturas, bien (además) por haberlos conocido y que ya han fallecido. La poesía es memoria, que no es lo mismo que recuerdo, pues el recuerdo es simple evocación. Bueno, vamos a poner uno, en principio iba a poner a Francisco Brines, pero llego tarde. Pongamos a Antonio Gamoneda.

¿Qué opinas sobre el frenético ritmo de vida actual y el papel tan importante que juegan las redes sociales en la comunicación? ¿Y en relación con la literatura?

Efectivamente, el panorama de vida actual, como ustedes bien dicen, me parece frenético. Se ha creado una cultura de la prisa y de lo cómodo. Quizá por esa razón se lee poco de lo que yo llamo verdadera literatura, es decir, aquellos libros que nos hacen reflexionar y disfrutar a un tiempo del placer estético que produce la lectura.

Las redes sociales favorecen que muchos poetas puedan ser conocidos no solo en su entorno, sino en muchos lugares del mundo. Esto ha dado lugar a la llamada democratización de la literatura. Este término ha sido muy mal entendido, pues parece indicar que cualquier persona puede ser poeta o novelista. Pero no es así, simplemente yo lo veo como una manera de reventar la idea de las castas de escritores y, por tanto, ciertos cánones. De una manera o de otra, la literatura sin calidad no es nada y el tiempo se ocupa de poner cada cosa en su sitio. Lo malo es la confusión de los lectores.

Antonio Arroyo Silva

Fotografía de Antonio Ramírez, Director de la Casa-Museo Zenobia

En la actualidad, las personalidades que se dedican al mundo literario se ven abocadas a competir con otras de diversos ámbitos para conseguir una mayor visibilidad en estos medios. ¿Crees que el trabajo colaborativo es una buena estrategia para reforzar todas las voces?

Ese es un tremendo error, porque realmente la literatura no es una carrera de caballos o una competición. Está por encima de la oferta y la demanda, es decir, no es un producto tal y como lo concibe el capitalismo. Por otra parte, las grandes empresas editoriales, cuyo objetivo primordial es vender en grandes cantidades, hace que muchos buenos escritores renuncien en cierta medida a la creación para ajustarse a las exigencias del mercado. ¿Trabajo colaborativo de los poetas? ¿Y eso qué es? Yo he estado en alguna asociación de escritores que favorece la edición y publicación, pero claro, hay escritores que han estado trabajando muchos años para lograr una obra firme y otros que apenas empiezan y sin apenas revisión ya están publicando. ¿Tienen el mismo valor los primeros y los segundos? Yo creo en el trabajo colaborativo, siempre y cuando haya una labor pedagógica, a través de talleres de escritura y lectura y también en una labor crítica. Claro está que esto no solo ocurre en Canarias.

¿Cómo ves el panorama literario en Canarias?

Con las salvedades que dije anteriormente, el panorama literario de Canarias me parece excepcional y se distingue con voz propia de los panoramas del ámbito hispánico. No quiero decir con esto que la literatura de Canarias sea la mejor, pero tampoco la peor. No por el hecho de ser escritores canarios, sino por un diálogo muy interesante que se está produciendo con otras culturas como las africanas, las hispanoamericanas y las europeas. En este sentido internet favorece la labor, pero Canarias en toda su historia ha sido un lugar de confluencias. Eso es lo que pasó con la generación de Gaceta de Arte y eso está ocurriendo ahora.

Estamos creando una colección de arte para nuestros lectores. ¿Qué obra artística canaria no puede faltar en la colección de Tertulia y Arte? ¿Por qué?

Yo pondría dos: Roma, de Óscar Domínguez; y cualquiera de los Homúnculos, de Millares. No por ello reniego de la pintora Jane Millares, pero veo que en otras entrevistas la han nombrado. Estos tres pintores suponen una universalización del arte que se produce en las Islas. Y para mí un disfrute personal hasta el punto que he dialogado con mi poesía con los dos primeros pintores.

La carrera literaria, como cualquier carrera profesional, además de cierta formación o preparación y maestría, también requiere ciertos apoyos para poder alzar el vuelo. Nos gustaría saber quiénes te han apoyado o cuáles han sido tus apoyos tanto personales como profesionales a lo largo de tu trayectoria literaria.

Tengo que aclarar que para mí, la literatura y, sobre todo, la parte que me toca, la poesía, no son una carrera. Mi carrera es Filología Hispánica y con ella me he alimentado. La poesía es otro tipo de alimento. Todo poeta que lo sea es singular y realmente nunca está compitiendo con otro poeta. Además, la cosa de la distribución tampoco es que nos dé de comer con nuestra producción. Ya les insinué antes que sí existe cierta competición entre ciertos grupos de poetas. Pero el poeta que se precie, se aleja de este mundanal ruido y se dedica a su única labor que es escribir buenos poemas. Efectivamente, el poeta, para llegar a tener una voz propia, necesita muchos años de lecturas y escrituras. Necesita un espíritu autocrítico que solo se adquiere de aprender en la maestría de esos poetas que se han leído. Necesita ver su propia producción como algo ajeno a sí mismo.

Desde la Universidad de La Laguna me sentí muy valorado por Andrés Sánchez Robayna, que me incluyó en sus páginas literarias junto a poetas muy importantes. También tuve el apoyo de la poeta que considero mi maestra: Olga Rivero Jordán. De Nicolás Melini y Antonio Jiménez Paz y Macu Ortega, que publicaron en la revista Azul casi todo mi primer poemario. De Roberto Cabrera y Olga Luis Rivero, que juntos redactamos la Revista La Menstrua Alba. Siempre conté con el apoyo emocional de mis queridas amigas Elsa López y Cecilia Domínguez. Y, sobre todo, de Jorge Rodríguez Padrón, que me abrió nuevas puertas en la indagación de otros lenguajes poéticos. Ah, y, por supuesto, el haber ganado el Premio Juan Ramón Jiménez también me está abriendo puertas insospechadas.

¿Cómo proyectas o visualizas tu futuro?

No tengo una conciencia de futuro. Será porque el poeta trabaja con un no-tiempo. Sí puedo decirles que después de tantos años de trabajo y de publicaciones, tengo muchos poemarios inéditos y alguno de ellos es posible que se editen en los próximos años.

Finalmente, y para despedirnos, solo nos queda darte las gracias por dedicarnos este ratito. Ha sido un placer descubrir un poco más de ti y de tu hacer literario. Te deseamos mucha suerte en tus futuros proyectos. Hasta la próxima tertulia.

Muchas gracias a ustedes.

 

Currículum

Últimas publicaciones 

2021

  • Los círculos dorados, dentro del volumen Plegar orillas. Santa Cruz de Tenerife: Centro de la Cultura Popular Canaria

2020

  • Música para un arjé. Madrid: Ediciones La Palma 

2019

  • Bahía Borinquen. Santa Cruz de Tenerife: Idea-Aguere

2018

  • Las horas muertas. Huelva: Diputación de Huelva

Premios

 II Premio Granadilla, 1981

Premio de Poesía Juan Ramón Jiménez, Huelva, 2018