Colaboradora: Casandra González
Fecha de la publicación: 27/01/2022

Hoy tenemos una cita con Carmen de la Rosa (Santa Cruz de Tenerife, 1964). A raíz de su pasión por la lectura, ha leído miles de libros a lo largo de los años (desde cuentos clásicos infantiles hasta cómics, poesía, ensayo y narrativa). Destaca su formación en escritura creativa a través del taller literario de escritura creativa «Fuentetaja»; el taller literario “Entrelíneas”, impartido por Jorge Eduardo Benavides en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenereife; el curso de minificción con Patricia Esteban Erles en la Escuela de Escritores; talleres literarios en la Librería de Mujeres de Canarias con Ana María Shua, Clara Obligado y Patricia Esteban Erles; así como el taller online de relato “Dimensiones”, coordinado por Álex Reyes junto a varias autoras hispanoamericanas. 

Tras esta breve presentación, y para comenzar con la ronda de preguntas, damos una calurosa bienvenida a nuestra pequeña tertulia a Carmen de la Rosa. Comenzamos con la primera: ¿Cómo fueron tus inicios como escritora? ¿En qué momento marcó la escritura literaria tu devenir profesional y personal?

Mis inicios como escritora fueron como lectora. Si no lees, no puedes escribir. Recuerdo leer a un autor que dijo que las escritoras y los escritores somos lectores desbordados. Y creo que es así. Escribo para contar las historias que me gustaría leer. Mi primer relato lo escribí cuando acabé la carrera de Medicina. Se titulaba “Luna” y lo envié a un concurso de relatos fantásticos del área de juventud del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y ganó un accésit. A partir de entonces empecé a apuntarme a talleres literarios por correspondencia. El primero que hice fue el taller literario de escritura creativa «Fuentetaja». Participé también en el taller literario de Jorge Eduardo Benavides en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife y desde entonces escribo con continuidad.

En cuanto a tu proceso creativo, ¿cómo te enfrentas al papel en blanco? ¿Qué pasos sigues para darle forma a tu obra textual?

Creo que las escritoras y escritores estamos siempre escribiendo en la mente. Lo que hago es tomar notas en libretas de ideas que se me ocurren y de las que pueden partir un relato o una minificción. En el caso de los relatos, cuando me siento a escribir, sé hacia dónde se dirige el relato. El argumento lo tengo más o menos claro y luego dejo que la historia vaya fluyendo: construyo el espacio y los personajes. Para mí es muy importante el ritmo del relato y mantener la tensión narrativa. Soy muy visual. Veo discurrir las historias en mi imaginación. Después, en la fase de reescritura, voy puliendo y profundizando el texto hasta que lo doy por finalizado. Lo dejo reposar un tiempo y vuelvo a leerlo y a reescribir las veces que necesite hasta la versión definitiva. En la minificción parto de una idea muy clara y le doy forma con las mínimas palabras. La minificción es la artesanía del lenguaje. Si no hay concisión y un efecto contundente, no sirve. La escritura de minificción requiere mucha concentración, es acrobática y arriesgada. 

¿Crees que la insularidad ha marcado tu hacer literario?

Creo que quienes escribimos literatura estamos marcados por nuestro entorno geográfico, social, cultural, generacional y por nuestro sexo. Esa situación concreta que ocupamos en el mundo es la que nos da nuestra perspectiva particular. Escribimos a partir de nuestra experiencia personal enriquecida con nuestras lecturas y con los conocimientos que vamos adquiriendo a lo largo de nuestras vidas. 

A raíz de tu experiencia, ¿qué ventajas y desventajas observas a la hora de publicar en Canarias?

La desventaja a la que nos enfrentamos quienes escribimos en Canarias es la falta de proyección y de distribución de nuestras obras fuera de las islas. Es un problema que los organismos públicos de cultura y las editoriales y distribuidoras no han resuelto bien. En Canarias se está escribiendo con calidad en todos los géneros literarios. Muchas autoras y autores tienen proyección internacional con publicaciones en revistas, antologías y blogs. Pero seguimos sin que se apueste por publicar, distribuir y visibilizar nuestros libros de forma eficaz fuera de las islas.

¿Qué opinas sobre el frenético ritmo de vida actual y el papel tan importante que juegan las redes sociales en la comunicación? ¿Y en relación con la literatura?

Ese ritmo de vida conduce a la producción continuada de contenidos efímeros. En ese sentido, no es bueno para la literatura, que requiere una reflexión y un tiempo de maduración incompatible con la vida diaria. Es complicado aislarse de ese ruido exterior y concentrarse para escribir. Hay libros que tardan años en escribirse y, una vez publicados, entran en la vorágine del consumo: son reemplazados por otros rápidamente en la mesa de novedades. Gracias a la labor de algunas editoriales que cuidan de sus autoras y autores, de libreras y libreros independientes y de los clubs de lectura, algunos de estos libros reciben la atención y el reconocimiento que merecen. Los buenos libros siempre perduran y se releen. 

En lo que se refiere a las redes sociales todo depende de cómo se utilicen. En el caso de la minificción de habla hispana, las redes han contribuido a acercarnos a quienes escribimos minificción, a colaborar en proyectos conjuntos y a conocernos mejor. Gracias a esa conexión virtual han surgido encuentros, amistades y publicaciones que hubieran sido imposibles sin el uso de internet. 

¿Qué opinas sobre la literatura que se gesta en Canarias?

En Canarias hay autoras y autores excelentes en todos los géneros literarios y creo que hay que apostar desde las instituciones públicas y privadas por darles la visibilidad, el reconocimiento y la difusión que merecen. Y, para ello, se necesita invertir en cultura y gestionar eficazmente para que esa cultura llegue a la mayoría de la población y se proyecte hacia el exterior. No sirve de nada editar o premiar a una autora o a un autor si luego se quedan sus libros en un sótano sin distribuir a colegios, institutos, universidades, bibliotecas, asociaciones vecinales y culturales. Me encantaría ver a los cargos públicos de cultura llevando a las editoriales canarias y a las autoras y autores a las ferias del libro en Madrid, Barcelona, Frankfurt o la FIL de Guadalajara. 

Si tuvieras la oportunidad, ¿con qué autor/a te gustaría colaborar hoy por hoy? ¿Por qué?

Ya colaboro con autoras y autores de minificción con los que me encanta compartir publicaciones, como he hecho en varias antologías. Ejemplo de esto son MicroDecamerón y San Borondón, antologadas por Paola Tena; o Microfantabulosas, antologada por Puri Gutiérrez. En la actualidad estoy desarrollando el Proyecto Miedos con la escritora Ana Vidal y con la colaboración de los collages de Toni Lemus. Ya hemos publicado una antología virtual de minificciones acompañadas de collages titulada Siempre tuvimos miedos (Quarks Ediciones Digitales) de descarga gratuita. Y tenemos la intención de publicar un libro en papel, con otras minificciones y collages diferentes, y un fanzine.

Estamos creando una colección de arte para nuestros lectores. ¿Qué obra artística canaria no puede faltar en la colección de Tertulia y Arte? ¿Por qué?

La semilla, escultura de Belén Morales. Me parece una obra potente en la que la autora utiliza el simbolismo de una semilla creada con curvas de acero para enfrentarnos al origen del mundo.

La carrera literaria, como cualquier carrera profesional, requiere ciertos apoyos para poder alzar el vuelo. Nos gustaría saber quiénes te han apoyado o cuáles han sido tus apoyos a lo largo de tu trayectoria literaria.

Mis apoyos han sido las compañeras y compañeros de escritura con los que he compartido talleres, tertulias, actos, proyectos, publicaciones… También la generosidad y la inteligencia que he encontrado en muchas personas que comparten el amor por la literatura: desde quienes me han enseñado técnicas narrativas, las lectoras y lectores, las buenas libreras, mis amistades y familia hasta todas las personas que se interesan por lo que escribo. Rodeada de gente a la que le fascine contar, escribir y leer historias estoy en mi casa, con mi tribu. 

De los proyectos que has realizado o en los que has participado, ¿cuál merece una mención especial? ¿Por qué? ¿Tienes algún proyecto en camino?

Creo que la antología Perdone que no me calle, coordinada por Puri Gutiérrez, merece una atención especial. Son microrrelatos escritos por mujeres sobre la violencia de género. Aparte de su interés literario, en la antología han participado mujeres que no se dedican a escribir habitualmente pero que quisieron sumarse con sus textos para contar historias brutales y conmovedoras basadas en sus propias experiencias. Es una antología que ha tenido una gran difusión en las islas y que ha servido para trabajar el tema de la violencia machista en colegios e institutos.

En la actualidad estoy desarrollando el Proyecto Miedos con la escritora Ana Vidal y con la colaboración de los collages de Toni Lemus. Exploramos nuestros miedos propios a través de la minificcion y de las imágenes de los collages. Ya hemos publicado una antología virtual  con varias minificciones acompañadas de collages: Siempre tuvimos miedos (Quarks ediciones digitales) de descarga gratuita. Y tenemos la intención de publicar un libro en papel, con otras minificciones y collages diferentes, y un fanzine. Cada uno de los formatos con su propio contenido. En cuanto a mis proyectos personales, estoy trabajando en un nuevo libro de relatos y en una novela corta. Estoy dispuesta a colaborar en antologías, revistas y en cualquier publicación colectiva que me parezca interesante y a la que pueda aportar mis relatos y minificciones.

Finalmente, y para despedirnos, solo nos queda darte las gracias por dedicarnos este ratito. Ha sido un placer descubrir un poco más de ti y de tu hacer literario. Te deseamos mucha suerte en tus futuros proyectos. Hasta la próxima tertulia. 

 Muchas gracias a ustedes por su trabajo para visibilizar a quienes escribimos en Canarias.