La radio está prendida. Huele a cilantro y a guayaba.
—Aquí tiene la librita de carne, la cebollita y el cuartico de manteca… ¿algo más doña? —pregunta la tendera a una señora de vestido estampado a la que despacha.
—Nada más, mi amor —dice la doña sujetando una cesta con huevos.
Mientras espera, Cayena observa las estanterías vencidas donde se amontonan variedades de galletitas saladas en empaques de colores, conservas, leches en polvo, paquetes de cafés y cigarrillos. Reina en la atmósfera quieta del lugar un remoto aire a pueblito.
A su turno pide minutos para el celular, cuando el noticiero del mediodía anuncia en la radio una noticia de última hora: «La firma formal de los acuerdos de paz de Colombia con las FARC será el 26 de septiembre en Cartagena».
—Ay no, finalmente conseguirán el indulto todos esos guerrilleros asesinos —exclama la señora del traje floreado saliendo del lugar— ¿Cómo vamos a entregarles el país a esos sicarios?
—Doña, toca tragarse unos sapos, pero mejor eso que seguirnos dando plomo… —la tendera responde a su clienta, pero la señora ya se ha marchado. Entonces, dirigiéndose a Cayena, explica:— es que la gente no entiende que lo que se va a firmar es una negociación, no una rendición. Y acá entre nos, digamos que también el Estado está consiguiendo el indulto porque crímenes se han cometido de ambos lados, pa’ qué… Es una verdadera lástima que no se hayan podido proponer penas más justas en los acuerdos; pero bueno, todo sea por silenciar los fusiles.
Pedraza, Guayarmina. Cayena pura. Las Palmas de Gran Canaria: Editorial CanariaseBook / CAM-PDS Editores, 2021.