Colaboradora: Casandra González
Fecha de la publicación: 17/01/2022

Hoy tenemos una cita con Coralia Quintana (Artenara, 1974). Es fisioterapeuta de profesión y de vocación. Comienza su andadura literaria en el año 2018 y lo hace escribiendo su primera novela Hijas de la Bruma (Círculo Rojo, 2020). Inspirada por las vivencias juveniles de su madre, la novela combina la memoria de su familia con una documentada ficción histórica para mostrar la realidad femenina de la Canarias rural de la primera mitad del siglo XX. En su gusto por explorar el arte de las palabras escribe, además, relatos de géneros diversos, participa en concursos literarios en los que algún premio ha ganado y, sobre todo, siempre está aprendiendo. 

Tras esta breve presentación, y para comenzar con la ronda de preguntas, damos una calurosa bienvenida a nuestra pequeña tertulia a Coralia Quintana. Comenzamos con la primera: ¿Cómo fueron tus inicios como escritora? ¿En qué momento marcó la escritura literaria tu devenir profesional y personal?

Desde que aprendí a leer me preguntaba si podría yo desarrollar una historia escrita que fuera capaz de interesar y emocionar al lector, tal y como lo lograban hacer conmigo las novelas que leía. Pero fue cuando surgió en mí la necesidad de homenajear a mi madre a través de escritos que recogieran de alguna forma sus vivencias, que me dediqué a escribir con asiduidad. Y de eso hace muy poco, unos cuatro añitos. Por eso suelo decir que soy una escritora recién nacida. Desde ese entonces no he parado de formarme y de experimentar con la escritura. Las experiencias que me hace vivir la literatura como escritora y como lectora son de las que más me llenan en estos momentos.

El pasado mes de noviembre se cumplió un año de la publicación de tu novela Hijas de la bruma (2020). ¿Qué significó esta novela para ti? ¿Cómo nació?

Nació como una forma de hacer un reconocimiento a las mujeres rurales canarias de la primera mitad del siglo XX, especialmente a la generación que se crió en torno a la Guerra Civil, la generación de mi madre. Yo sentí la necesidad de relatar la vida que llevaban estas mujeres, sujeta a todo tipo de limitaciones económicas y laborales, pero sobre todo sociales y religiosas.  

La novela no ha parado de brindarme experiencias preciosas. Primero, el hecho mismo de escribirla, las sensaciones que proporciona crear un relato de forma que resulte evocador y atractivo para el lector. Luego, tener la oportunidad de publicarlo y hacerlo llegar a los lectores, que al final es el objetivo. Escribo para compartir. Y, por último, recibir los comentarios de las personas que lo han leído y luego compartido con sus allegados, que me piden una segunda parte, que se sienten identificados con la protagonista. Y algo que me hace especial ilusión es llegar al público juvenil, que conozcan cómo era la vida de sus abuelas, por qué fue necesaria tanta lucha por la igualdad de las mujeres.

En cuanto a tu proceso creativo, ¿cómo te enfrentas al papel en blanco? ¿Qué pasos sigues para darle forma a tu obra textual?

Pues te diría que no me “enfrento al papel en blanco”. Cuando surge una idea empiezo a explorarla en mi cabeza, me abro de alguna manera a que la historia se vaya fraguando tanto de forma consciente como inconsciente. Esta es mi parte favorita, ese proceso que de alguna manera no controlamos del todo hasta que llega el momento de ponerme a escribir. Esa es para mí la parte más sencilla, porque de alguna manera el trabajo está ya cimentado. Solo me queda sorprenderme a mí misma viendo cómo la historia desordenada en mi cabeza va tomando forma en el papel o en la pantalla del ordenador.

¿Crees que la insularidad ha marcado tu hacer literario? 

Sin duda. De hecho es uno de los temas transversales de la mayoría de mis escritos. Creo que no escribiría igual si no viviera en una isla. 

A raíz de tu experiencia, ¿qué ventajas y desventajas observas a la hora de publicar en Canarias?

Aunque hoy nos ayuda mucho internet, de alguna manera nos limita la insularidad. No es tan fácil moverse desde aquí para promocionar tu trabajo, sobre todo si no tienes detrás una empresa editorial que te apoye. Pero, por otra parte, me parece un privilegio vivir en estas islas que me llenan con su paisaje geográfico y humano. Creo que alimentan y facilitan mi creación literaria.

¿Qué opinas sobre el frenético ritmo de vida actual y el papel tan importante que juegan las redes sociales en la comunicación? ¿Y en relación con la literatura?

Por un lado, creo que el acostumbrarnos a la inmediatez que nos proporciona internet puede ser un obstáculo a la hora de crear y también a la hora de consumir literatura. Si nos dejamos llevar por las redes sociales, perdemos un tiempo precioso del que no nos damos ni cuenta, tiempo en el que podríamos estar escribiendo o leyendo buena literatura. Pero, por otra parte, nos da la ventaja, como escritores, de llegar a muchas más personas, de mostrar más aspectos de nuestro trabajo y de nuestra vida que no se pueden mostrar en las ferias o en las presentaciones de libros. Como autora autopublicada, las redes sociales han sido fundamentales para vender mi novela. De alguna manera nos facilitan la promoción y la cercanía con el lector. 

¿Qué opinas sobre la literatura que se gesta en Canarias? 

Recientemente he descubierto muchos autores canarios, algunos emergentes y otros ya consagrados, y me parece que tenemos una buena actividad literaria, tanto narrativa como poética. Espero que se sepa potenciar y canalizar para que las palabras, las buenas historias y los poemas no se queden en los ficheros del ordenador de los escritores, que se apoye a los autores y al sector editorial. 

Si tuvieras la oportunidad, ¿con qué autor/a te gustaría colaborar hoy por hoy? ¿Por qué?

Con Yeray Rodríguez, que está realizando una labor encomiable llevando la literatura canaria, sobre todo la poética, hacia otros medios de expresión, como es el teatro o las artes plásticas. Con Santiago Gil, que tiene la capacidad de estimular la creación literaria a través de sus talleres con una sensibilidad y un entusiasmo contagiosos. También me habría encantado coincidir con Almudena Grandes, una autora que me ha marcado, pero desgraciadamente ya no va a ser posible. 

La carrera literaria, como cualquier carrera profesional, requiere ciertos apoyos para poder alzar el vuelo. Nos gustaría saber quiénes te han apoyado o cuáles han sido tus apoyos a lo largo de tu trayectoria literaria.

Mi familia, sin duda. Sin su apoyo para que me pudiera poner a escribir, Hijas de la Bruma no habría visto la luz. También me he sentido apoyada por las instituciones como ayuntamientos y cabildo, que me han dado toda clase de facilidades para acercar mi obra al público. 

De los proyectos que has realizado o en los que has participado, ¿cuál merece una mención especial? ¿Por qué? ¿Tienes algún proyecto en camino?

Este año he tenido la gran suerte de participar en un taller de poesía creativa en torno a la figura del poeta guíense Manuel González Sosa, en su centenario, de la mano de Santiago Gil. Esto me ha acercado a la poesía y a explorar una forma más evocadora de escribir narrativa.  Además, voy a participar con un relato en una obra colectiva de nuevos autores canarios, que se publicará próximamente. A parte de eso, sigo explorando “más allá de la bruma”, fenómeno real y figurado que me sigue inspirando.  

Finalmente, y para despedirnos, solo nos queda darte las gracias por dedicarnos este ratito. Ha sido un placer descubrir un poco más de ti y de tu hacer literario. Te deseamos mucha suerte en tus futuros proyectos. Hasta la próxima tertulia. 

Muchas gracias a ustedes por invitarme  y apoyar a los autores canarios con este proyecto tan bonito. Hasta la próxima.