Fotografía de Lucía Martínez

Elizabeth

López Caballero

Nombre y Apellidos: Elizabeth López Caballero
Nacimiento: Las Palmas de Gran Canaria, 1985
Categoría: Narrativa
Formación:

Magisterio en especialidades de Audición y Lenguaje y Educación Especial 

Grado en Psicología Clínica y de la Salud

Colaboradora: Casandra González
Fecha de la publicación: 13/09/2021

Hoy tenemos una cita con Elizabeth López Caballero (Las Palmas de Gran Canaria, 1985). Estudió Magisterio en las especialidades de Audición y Lenguaje y Educación Especial, además de Psicología Clínica y de la Salud. Realizó un Máster en Mediación Familiar y de Conflictos y se dedica a la docencia. Actualmente preside la Asociación Contra el Acoso Escolar de Las Palmas (ACAELP). Es colaboradora en el periódico La Provincia de Prensa Ibérica y cuenta con las siguientes publicaciones literarias: La niña de la luna (Mercurio Editorial, 2018), Cuentos que cuentan (Mercurio Editorial, 2018), La lección del señor Ponozky (Mercurio Editorial, 2019) y Las caricias que no me diste  (Mercurio Editorial, 2020).

Tras esta breve presentación, y para comenzar con la ronda de preguntas, damos una calurosa bienvenida a nuestra pequeña tertulia a Elizabeth López Caballero. Comenzamos con la primera: ¿Cómo fueron tus inicios como escritora?

Siempre me ha gustado mucho tanto leer como escribir. Desde pequeña escribía cuentos para explicarme todo aquello del mundo que, desde mi imaginario infantil, no conseguía entender. Me di cuenta, con el paso de los años, de que escribir era una herramienta fantástica para evadirme e incluso para sanar. Ahora no entiendo la vida sin poder contar lo que me preocupa o me entristece de mi día a día, ya sea en una novela o en un artículo para la prensa. 

¿Cómo y en qué momento nace tu proceso creativo? Es decir, ¿qué es lo que te impulsa a escribir, a crear? ¿Por qué?

Las injusticias y las desigualdades. Mis libros, todos, abordan alguna temática social, ya sea el acoso escolar, la coeducación, los ritmos de aprendizaje o la prostitución. Cualquier situación de desigualdad me inspira para contar una historia, sobre todo de cara a los más pequeños, ya que me encantaría poder evitar que los niños y las niñas sufrieran.

Tus obras La niña de la luna (2018) y Las caricias que no me diste (2020) fueron traducidas al braille, ¿qué nos podrías comentar sobre esto? ¿Crees que se ha fomentado la inclusión en el mundo literario? 

Para mí que esas dos historias estén transcritas al braille es un regalo inmenso por el que siempre estaré muy agradecida a la Fundación ONCE. Saber que mis libros están al alcance de personas con discapacidad visual me alegra mucho. Y sí, ha fomentado la inclusión en el mundo literario. Por ejemplo, cuando se presentó Las caricias que no me diste se hizo en la Biblioteca Insular una lectura en braille acompañada de música jazz de la mano de César Martel. Las personas con discapacidad visual del Club de Lectura en Braille de la ONCE leían fragmentos de la novela. Ver que todos nos podíamos unir, independientemente de nuestras características, para un acto literario fue indescriptible. 

¿En qué medida ha marcado la insularidad tu hacer literario?

La verdad es que la única de mis obras que está ambientada en la isla es Las caricias que no me diste porque cuenta la historia de las mujeres en situación de prostitución de Las Palmas. Pero las otras transcurren en la luna, en la lavadora y en lugares mágicos de duendes o hadas. Como escribo básicamente literatura infantojuvenil los escenarios son bastante inverosímiles. 

¿Con qué autor/a te gustaría colaborar, hoy por hoy, si tuvieras la oportunidad?

¡Buff! No me veo capaz de escribir una historia a cuatro manos. Escribir es una tarea solitaria. Estás solo ante tus pensamientos, ante tus emociones, tus miedos o alegrías. Es algo muy íntimo y personal. No me gustaría que otra voz intentase narrar lo que bulle en mi cabeza, al igual que no me gustaría tener que darle voz a lo que se cuece en la cabeza de otro escritor o escritora. Pero sentarme a charlar de literatura me hubiese gustado hacerlo con Unamuno, por ejemplo. 

¿Qué opinas sobre el frenético ritmo de vida actual y el papel tan importante que juegan las redes sociales en la comunicación? ¿Y en relación con la literatura?

Vértigo. Lo definiría así. Es cierto que las redes sociales son una herramienta estupenda para compartir tus textos y que lleguen a muchísima gente, pero también son un foco de ira donde hay quienes se escudan para escupir su odio. Es algo con lo que tenemos que aprender a vivir porque, en cierta manera, nos facilita la vida. Pero no podemos olvidarnos de la presencialidad, que a veces parece que lo virtual nos come.

Elizabeth López Caballero

Fotografía de Lucía Martínez

 

En la actualidad, las personalidades que se dedican al mundo literario se ven abocadas a competir con otras de diversos ámbitos para conseguir una mayor visibilidad en estos medios. ¿Crees que el trabajo colaborativo es una buena estrategia para reforzar todas las voces?

¿Competir? Eso es muy cansino. No sé cómo actúan otros autores, pero a mí eso me da mucha pereza. Yo escribo para explicarme el mundo y para intentar enviar un mensaje social o una moraleja a través de mis historias. Con que un lector se sienta identificado y le ayude a sentirse mejor, ya ha merecido la alegría escribir esa historia. Lo demás, los egos, la competitividad o las envidias se me antojan pueriles.

¿Cómo ves el panorama literario en Canarias?

Muy bueno. Hay muchísima gente escribiendo y haciéndolo muy bien. Y hay que potenciar ese talento canario. Desde las instituciones deberían “barrer más para casa” y hacer que la gente pueda ser profeta en su tierra. 

Estamos creando una colección de arte para nuestros lectores. ¿Qué obra artística canaria no puede faltar en la colección de Tertulia y Arte? ¿Por qué?

Pues obras de César Manrique o Martín Chirino. 

La carrera literaria, como cualquier carrera profesional, además de cierta formación o preparación y maestría, también requiere ciertos apoyos para poder alzar el vuelo. Nos gustaría saber quiénes te han apoyado o cuáles han sido tus apoyos tanto personales como profesionales a lo largo de tu trayectoria literaria.

Principalmente mi editor Jorge Liria, que siempre apoya todas mis locuras y les aseguro que son muchas. Luego mi marido José Luis Correa, con quien comparto, además, el amor por las letras. Y mi sobrino Ian, por supuesto, mi exigente lector cero. 

¿Cómo proyectas o visualizas tu futuro?

Pues trabajando, ya que tengo la suerte de tener un trabajo que me apasiona. Leyendo, escribiendo y disfrutando de mi familia. 

Finalmente, y para despedirnos, solo nos queda darte las gracias por dedicarnos este ratito. Ha sido un placer descubrir un poco más de ti y de tu hacer literario. Te deseamos mucha suerte en tus futuros proyectos. Hasta la próxima tertulia.

Muchísimas gracias por invitarme a pasar un ratito con ustedes. 

Currículum

Publicaciones

2020

  • Las caricias que no me diste, Mercurio Editorial

2019

  • La lección del señor Ponozky, Mercurio Editorial

2018

  • La niña de la luna, Mercurio Editorial

  • Cuentos que cuentan, Mercurio Editorial