Fotografía de Roberto de Armas (2017)

Jorge

Fonte

Nombre y Apellidos: Jorge Fonte
Nacimiento: Santa Cruz de Tenerife, 1967
Categoría: Ensayo y narrativa
Formación: Graduado en Técnico Superior de Fotografía en la Escuela de Artes y Oficios Fernando Estévez de S/C de Tenerife

Colaboradora: Casandra González
Fecha de la publicación: 01/11/2021

Hoy tenemos una cita con Jorge Fonte (Santa Cruz de Tenerife, 1967). Tras pasar por la Facultad de Filosofía de la Universidad de La Laguna, se graduó como Técnico Superior de Fotografía en la Escuela de Artes y Oficios Fernando Estévez de Santa Cruz de Tenerife. Durante más de veinte años se ha centrado en la publicación de ensayos cinematográficos con distintas editoriales nacionales, especializándose en dos autores principalmente: Woody Allen y Walt Disney. Después abarcaría el estudio de otros cineastas como Steven Spielberg, Oliver Stone, Robert Zemeckis, Russ Meyer, John Lasseter, Ridley Scott y Rob Reiner. Ha publicado diecisiete libros de cine, dos de relatos cortos, dos novelas y un poemario.

Tras esta breve presentación, y para comenzar con la ronda de preguntas, damos una calurosa bienvenida a nuestra pequeña tertulia a Jorge Fonte. Comenzamos con la primera: ¿Cómo fueron tus inicios como escritor? ¿En qué momento marcó la escritura literaria tu devenir profesional y personal?

Esa es quizá la eterna pregunta. ¿Un escritor nace o se hace? Yo creo que las dos cosas. Nace, porque a fin de cuentas necesitas tener una facilidad, una necesidad para expresarte por escrito, y eso es algo innato. Y, por otra parte, a lo largo de los años, a medida que te vas formando como persona, también lo haces como artista, como creativo. Como supongo que le ha pasado a la gran mayoría, yo comencé a escribir desde muy pequeño. No te voy a decir que desde niño, pero sí desde muy joven, con quince o dieciséis años. Y recuerdo que escribía un poco por imitación. Me gustaban mucho las novelas de Agatha Christie, y claro, escribí una novela policiaca al más puro estilo de la escritora británica, pero con resultados nefastos (todavía la he de tener por ahí guardada, mejor dejarla por ahí). Después comencé a leer poesía y creo que fue entonces cuando ya la literatura me atrapó de lleno. Lorca, Machado, Juan Ramón Jiménez, Pedro Salinas… Me volví adicto a la poesía. Y empecé a escribir poemas a todas mis novias de por aquel entonces. Cientos de poemas. En 2008 decidí reunir alguno de ellos y los publiqué con la editorial Idea. Los titulé, como no podía ser de otra manera, Poemas de juventud.

Y entonces llegó la Universidad. Y con la Universidad el Aula de Cine. Y con el Aula de Cine la revista Rosebud… y eso determinó mi carrera profesional. En 1998 publiqué con la editorial Cátedra el libro sobre Woody Allen. Al cual le siguieron los de Walt Disney… y una docena más, sobre cineastas como Steven Spielberg, Robert Zemeckis, Oliver Stone, Russ Meyer, Ridley Scott o Rob Reiner. Todos ellos publicados a nivel nacional con distintas editoriales de Madrid y Barcelona. Pero llegó un momento en que me sentí atrapado dentro de mi propia obra, y me daba la impresión de que un libro acababa siendo igual al anterior. Solo cambiaba el objeto a estudiar, pero el estilo, la forma, la dinámica era la misma, así que decidí darle un cambio brusco a mi trayectoria y recuperar mis inicios: la novela.

Sin renunciar lo más mínimo a mi trayectoria como autor de ensayos cinematográficos (lo cual no solo me ha dado muchas satisfacciones sino que me ha permitido asistir a congresos, festivales y ferias a lo largo y ancho de nuestro país), sí he de confesarte que ahora me encuentro muy a gusto en el marco de la narrativa. Crear una historia propia, partiendo desde cero, imaginándotelo todo, inventándote personajes, diálogos y situaciones, jugar con el lenguaje, buscar distintas formas de contarla… es algo realmente apasionante. Dos libros de relatos cortos, dos novelas ya publicadas y otras dos en distintas fases de producción, así lo avalan. Soy un adicto a la literatura. A leerla y a escribirla. Y, te lo aseguro, es la mejor profesión del mundo.

En cuanto a tu proceso creativo, ¿cómo te enfrentas al papel en blanco? ¿Qué pasos sigues para darle forma a tu obra textual?

Bueno, la verdad es que mi método de trabajo no ha variado mucho de cuando escribía ensayos. Lo primero es tener bien claro lo que quieres contar y cómo lo quieres contar. Con mi primera novela, Una isla a la deriva (Ed. Idea, 2018), fui con mucho tacto, claro. Se podría decir que era un principiante (pese a tener veinte años de experiencia). Maduré la idea principal del argumento durante mucho tiempo en mi cabeza. La fui desarrollando: primero, en mi interior, hablando con mucha gente, contándoles el argumento a amigos y conocidos, porque a medida que se lo contaba a ellos la iba confeccionando, le iba dando forma; después, cuando ya lo tuve todo muy claro, con el proyecto ya muy madurado, me senté a escribir siguiendo un orden cronológico de la trama. Eso me llevó cuatro o cinco meses (la verdad es que escribo muy rápido). Pero fue el trabajo de reescritura y corrección lo que me supuso un mayor esfuerzo… y tiempo.

Con Llevadme a ver el mar (Ed. Idea, 2021), el proceso fue distinto, porque al estar basada en hechos reales ya sabía cuál era la trama y cuáles eran los personajes de la historia. Lo importante aquí fue decidir la forma, el estilo literario que iba a utilizar para contarla. Y pensé que, dado que iba a narrar unos hechos que se desarrollaron a mediados del siglo XVII, debía usar un lenguaje propio de ese tiempo. Realicé, entonces, una aproximación al castellano antiguo, jugando con las formas gramaticales y con un vocabulario ya en desuso pero que funcionaban muy bien con el argumento (una historia de amor entre un noble y una monja), con la ciudad (La Laguna) y con la época (primavera de 1651). Fue una apuesta muy arriesgada, pues hay pocas novelas (aunque sean históricas) que actualmente se escriban así, mas vuestras mercedes podrán creerme que hallándome en tal empresa encontré el agasajo y el beneplácito de lectores y admiradores allende los mares.

 ¿Crees que la insularidad ha marcado tu hacer literario? 

El marco territorial nos lo marcamos nosotros mismos. Desde el principio tuve muy claro que publicar un libro sobre Woody Allen en Canarias no tenía mucho sentido. El potencial mercado para ese libro era a nivel nacional, no solo local, así que, ambicioso como soy, busqué una editorial de tirada nacional. Lo cual no fue nada fácil, porque lógicamente, tienes muchas más competencia. Pero he de confesar que para esta primera obra tuve mucha suerte, ya que conté con la ayuda y la recomendación de Jorge Gorostiza, quien acababa de publicar su libro sobre Peter Greenaway con la Editorial Cátedra en Madrid, y fue él quien me facilitó los contactos necesarios. Después ya sería el propio libro de Woody Allen el que me abriría las puertas de otras editoriales nacionales. Con las novelas ha pasado algo diferente, ya que ambas son de temática canaria (la primera se desarrolla en la isla de El Hierro y la segunda en la ciudad de La Laguna), y porque, además, Paco Pomares, de Ediciones Idea, es un buen amigo (a la par que un gran editor).

¿Qué opinas sobre la literatura que se gesta en Canarias? 

En Canarias siempre hemos contado con grandes escritores, más allá de los ya por todos conocidos, como Pedro García Cabrera, Mercedes Pinto o Rafael Arozarena. Es una tierra fecunda en artistas, y es fácil entender el porqué: solo tienes que mirar el mar y dejarte llevar. Entre los nombres actuales, a los que más sigo, son Nicolás Melini​, Alexis Ravelo, Elsa López, Anelio Rodríguez, Cecilia Domínguez, Víctor Álamo de la Rosa, Santiago Gil… Pero, en fin, ya digo, hay muchos. Tenemos suerte de poder contar en nuestra tierra con tanto talento.

A raíz de tu experiencia, ¿qué ventajas y desventajas observas a la hora de publicar en Canarias?

El principal inconveniente de publicar en Canarias es que, en la mayoría de los casos, el libro se queda aquí, pues la distribución a nivel nacional se hace muy complicada desde las Islas. Pero hoy en día, la venta online a través de Internet facilita mucho las cosas. Aún así, publicar en Madrid o Barcelona con una editorial nacional te garantiza llegar a un mayor número de lectores. Y ese, a fin de cuentas, es el principal objetivo del escritor.

Jorge Fonte

El ensayista y escritor Jorge Fonte en la LIBRERÍA ISLáTIKA

¿Qué opinas sobre el frenético ritmo de vida actual y el papel tan importante que juegan las redes sociales en la comunicación? ¿Y en relación con la literatura?

Está claro que Internet nos ha cambiado la vida, y, sobre todo, la forma de comunicarnos. Ahora bien, la comunicación es instantánea. Ya nos hemos olvidado de cuánto una carta tardaba semanas en llegar a su destino, o el teléfono era muy caro y solo podías utilizarlo para dar recados, o tenías que mandar telegramas casi con monosílabos para informar de una noticia importante. Ahora todo es inmediato y está al alcance de todo el mundo. Aquello tenía su encanto, claro, pero ahora es mucho más práctico. Lo bueno de Internet es que nos permite a los escritores llegar a un mayor número de lectores de una forma mucho más rápida y directa. En este sentido, las redes sociales son un arma muy eficaz. 

Si tuvieras la oportunidad, ¿con qué autor/a te gustaría colaborar hoy por hoy? ¿Por qué?

¿Colaborar? Como sabes, la escritura es un trabajo solitario que requiere silencio, tiempo y paciencia. Más que colaborar, lo que sí me hubiera gustado mucho es haber podido conocer a escritores como Benito Pérez Galdós o Gabriel García Márquez, y haber pasado un día con ellos viendo como creaban arte sentados en una mesa de escritorio. Aprender de ellos.

Estamos creando una colección de arte para nuestros lectores. ¿Qué obra artística canaria no puede faltar en la colección de Tertulia y Arte? ¿Por qué?

Néstor, por supuesto. Sin la más mínima duda. Porque cada una de sus pinturas es un universo propio en el que esconderse entre tanta belleza.

La carrera literaria, como cualquier carrera profesional, requiere ciertos apoyos para poder alzar el vuelo. Nos gustaría saber quiénes te han apoyado o cuáles han sido tus apoyos a lo largo de tu trayectoria literaria.

El principal apoyo siempre viene de quienes tienes más cerca: tu familia, tus amigos, tu pareja. En los agradecimientos de Llevadme a ver el mar aparece casi medio centenar de nombres. La novela no hubiera sido igual de no haber podido contar con todos y cada uno de ellos. Dije antes que el del escritor es un trabajo en solitario, y es verdad, pero requiere de la ayuda de mucha gente. En ese sentido, la verdad, es que siempre he tenido mucha suerte. En todos mis libros, el apartado de agradecimientos siempre ha estado colmado de nombres (la primera versión del libro de Woody Allen de Cátedra, ¡tenía cuatro páginas!). En cuanto al apoyo institucional, también me ha acompañado la buena fortuna. En mi caso en particular, tanto el Cabildo de Tenerife como el de El Hierro, siempre han visto con buenos ojos los proyectos que les he presentado. Y por parte del Gobierno de Canarias, el organismo realiza una labor extraordinaria en cuanto apoyo y ayuda a los artistas se refiere.

De los proyectos que has realizado o en los que has participado, ¿cuál merece una mención especial? ¿Por qué? ¿Tienes algún proyecto en camino?

Déjame pensar…. Quizá en 2002, cuando me fui varios meses a Hollywood, en Los Ángeles, para investigar en el Estudio Disney. Ese fue un proyecto muy bonito. Y bueno, también todo el trabajo de investigación que llevamos a cabo aquí, en el Archivo Histórico Provincial con Carlos Rodríguez para la novela Llevadme a ver el mar, adentrándonos en la sociedad lagunera del siglo XVII, y aprendiendo que somos lo que somos porque venimos de donde venimos. Escribir sobre la tremenda historia entre sor Úrsula de San Pedro y Jerónimo de Grimón me ha servido para reconciliarme con la vida y entender que no hay nada más fuerte que el amor. Igual de apasionante está siendo todo el trabajo de investigación y escritura de mi nueva novela, que trata sobre la represión franquista en la isla de El Hierro durante los años de la Guerra Civil. Pero bueno, de ella podremos hablar más ampliamente el año que viene cuando se publique.

Finalmente, y para despedirnos, solo nos queda darte las gracias por dedicarnos este ratito. Ha sido un placer descubrir un poco más de ti y de tu hacer literario. Te deseamos mucha suerte en tus futuros proyectos. Hasta la próxima tertulia.

Muchísimas gracias a ustedes, y felicitarles por la gran labor que están realizando desde estas páginas por y para la cultura en Canarias.

 

 

Currículum

Publicaciones

2021

  • Llevadme a ver el mar. Santa Cruz de Tenerife: Idea Ediciones

2019

  • Milena Velba y más relatos sólo para adultos. Santa Cruz de Tenerife: Idea Ediciones

2018

  • Una isla a la deriva. Santa Cruz de Tenerife: Idea Ediciones

2017

  • Natalia y otros relatos sólo para adultos. Santa Cruz de Tenerife: Idea Ediciones

2008

  •  Poemas de juventud. Santa Cruz de Tenerife: Idea Ediciones