Marcos
Rivero Mentado
Nombre y Apellidos: | Marcos Rivero Mentado |
Nacimiento: | Las Palmas de Gran Canaria, 1969 |
Categoría: | Artista visual |
Formación: |
Licenciado en Historia del Arte por la ULL Máster en Gestión Cultural por la Universidad Carlos III |
Colaboradora: Nira Cabrera
Fecha de la publicación: 03/03/2022
Nuestro invitado de hoy es fotógrafo, gestor cultural y comisario. Desde la isla de Gran Canaria tengo el placer de darle paso en nuestra mesa de tertulias a Marcos Rivero Mentado (Las Palmas de Gran Canaria, 1969)
Lo primero, bienvenido a nuestra pequeña tertulia. Tras la presentación inicial es el turno de las preguntas. Allá va la primera: ¿Cómo fueron tus inicios profesionales?
Ante todo, darte las gracias por participar en este proyecto que lleváis a cabo. Con respecto a esta pregunta me asalta una duda si realmente lo que hago es algo profesional, pues no vivo de la fotografía en términos económicos ni de subsistencia, sino que me da vida. Por otro lado, no me considero fotógrafo, pues no me dedico profesionalmente a ello y uso la fotografía como soporte creativo para reflejar mis inquietudes artísticas. En general, huyo de ese encasillamiento, ya que no me siento un fotógrafo al uso. Me gusta romper todos los esquemas y la técnica tradicional para poder expresar lo que siento y pienso. Tomando en cuenta todas estas premisas, antepongo siempre mi categoría de “artista visual” por encima de “fotógrafo” y si puedo hablar más de trayectoria artística.
Soy licenciado en Historia del Arte, experto en Gestión Cultural y mi perfil profesional está más relacionado con el ámbito de la Museología y la Museografía, las Industrias Culturales y Creativas y el Patrimonio Cultural. Mis inicios con la fotografía tienen que ver con mi carrera, pues cursé dos asignaturas (Historia de la Fotografía y Teoría y Estética de la Fotografía) con el profesor Carmelo Vega en la Universidad de La Laguna mientras estudiaba Historia del Arte. Fueron los años 1998 y 1999, y por aquel entonces Fotonoviembre estaba en su punto más álgido. En este marco, mi interés hacia la fotografía fue en aumento desde el punto de vista de la crítica estética. Mis primeros trabajos sobre este aspecto tienen que ver con estudios sobre temática fotográfica, centrados en la memoria y la identidad cultural. En el año 1999, mientras hacia un trabajo histórico artístico sobre el álbum familiar y diversos aspectos desde el punto de vista antropológico e iconográfico, falleció mi abuelo materno el 30 de diciembre de ese mismo año. Este hecho fue crucial en mi vida, pues la muerte es un tema que aparece en parte de mi obra.
Disculpa si no te respondo en este apartado a mis inicios artísticos, pues entiendo que debo hacerlo en la siguiente pregunta. Mi trayectoria vital tiene que ver mucho con la creativa y también con la profesional. Después de terminar la carrera y de trabajar como Archivero para el Ministerio de Defensa, me trasladé a Madrid para cursar un Máster en Gestión Cultural en el año 2004. Durante los años 2005 y 2006 estuve como alumno en prácticas en el MNCARS y en esa etapa conocí a varios artistas con los que trabajé como curator. En el año 2007 regresé a Gran Canaria y trabajé en la elaboración de un Plan Museológico para una empresa especializada en gestión del patrimonio arqueológico. Luego, en el año 2008, me incorporé como Becario en la Subdirección General de Protección del Patrimonio Histórico, dentro de la Dirección de Bellas Artes del MCU. Durante ese tiempo me dediqué a la revisión del inventario de los Bienes Muebles de la Iglesia Católica, Sin embargo, en ese período hice un par de trabajos de comisariado y me dedicaba a registrar las imágenes de los artistas para la elaboración de los catálogos. Insisto en esto porque en mi proceso de la creación de proyectos artísticos hay una fase de documentación, estudio, análisis, clasificación y redacción. Por otro lado, también está muy relacionado con la temática que abordo en mis imágenes, el registro, la memoria, el pasado y la identidad… Soy historiador y eso creo que me hace siempre buscar, indagar y reflexionar sobre las distintas facetas de la vida.
¿En qué medida crees que ha marcado la insularidad tu desarrollo artístico?
Es crucial en mi existencia. En enero del año 2010 volví a Gran Canaria consciente de que mi etapa en Madrid había finalizado y de que mi vida había dado un giro radical. Durante un tiempo estuve sin trabajo, pero el Gobierno de Canarias se puso en contacto conmigo a través de la Consejería de Cooperación y Patrimonio Cultural para llevar parte del Inventario de Bienes Muebles de la Diócesis Canariensis. Estuve dos años trabajando en ese ámbito mientras asistí a un curso de Industrias Culturales y Creativas de un año de duración, organizado por el Ministerio de Trabajo y Fomento. La palabra creatividad da sentido y marca mi vida. Esa etapa coincide con el deterioro cognitivo de mi abuela materna, quien sufrió demencia senil y estuvo poco tiempo postrada en una cama. Ella fue mi primer modelo y le dediqué mi primer proyecto artístico denominado «In Excelsis Gloria”, una serie de retratos realizados con el móvil, una cámara compacta Olivetti y otra Nikon. En esas imágenes, mi abuela aparece disfrazada bajo el aspecto de algunas mujeres históricas o como alegorías de la maternidad y lo realicé como homenaje a su fortaleza. Por desgracia, falleció en septiembre del año 2011, estando conmigo en el hospital y era la primera vez que veía y sentía con mis ojos tan cercana la muerte.
Mi primera exposición individual fue en la Fundación Farrah con la serie “Distorsiones y Paradojas” sobre mi vida en Madrid. En el año 2013 participé en Fotonoviembre con varios bodegones dentro de Atlánticas Colectivas. A partir del año 2014 me formé en la ECFI sobre Fotografía Digital y en el año 2015 empecé a asistir a talleres sobre fotografía de la mano de Lorena Morín en La Shop y con la artista holandesa Monique Hoffman. En verano de ese mismo año conocí a quien considero mi maestro en todos los sentidos, Ricardo Montesdeoca, con el que, además, empecé a experimentar con la estenopeica y la fotografía química. En ese entorno establecí un gran afinidad y amistad con el desaparecido Chris Tadeo y Cris Noda, con quienes, en el año 2016, trabajé en una exposición colectiva que comisarié en ST Espacio Cultural, titulada “Vanitas. STILL LIFE”. En el 2017 participé en Atlánticas Colectivas, dentro de Fotonoviembre, con mi proyecto de autorretrato “Noli me tangere”, que desarrollé en el taller que impartió Antoine D´Agata en La Shop.
Entre los años 2018 y 2019 seguí haciendo algunos trabajos artísticos mientras fui alumno en dos talleres organizados por La Regenta: uno de la mano de Federico Claverino sobre el desarrollo de proyectos fotográficos; y el otro sobre arte de acción con la artista Ana Matey. Durante ese bienio inicié mis primeros experimentos con el fotolibro y el fanzine como complemento a mis trabajos artísticos. En ese marco empezaron mis indagaciones sobre el video-performance. Mi segunda exposición individual fue en la Galería Saro León con mi proyecto multidisciplinar —bodegón fotográfico, instalación, vide-performance y fotolibro—, “Anima Mundi” a principios del año 2020. Ese mismo año participé en una colectiva sobre la creatividad en plena pandemia en Bruselas organizado por Hangar y el CAAM que me otorgó un premio dentro de la primera edición del programa de “Video-Performance CAAM online”.
¿Cómo nace tu proceso creativo?
Mi producción artística está relacionada con lo metódico, con la consecución de una idea y de un concepto. Mi proceso creativo es como la espiral creativa propuesta por el profesor, programador, periodista, informático y físico Mitchel Resnick en el año 2007. Esta teoría que se aplica en el desarrollo creativo entre los niños puede definir perfectamente mi dinámica, pues entiendo que, en sí mismo, la ejecución de un proyecto artístico es algo lúdico y es también un aprendizaje constante. Por otra parte, esta interpretación no deja de ser muy personal desde el punto de vista de mis propuestas creativas. Primero, imagino una idea, indago en ella, recurriendo siempre a la búsqueda de referentes teóricos, conceptuales o incluso visuales. Luego, intento visualizar las imágenes, llevarlas a cabo en una fase de abocetamiento que después se desarrolla con una especie de juego, observando los objetos, buscando los encuadres, la composición y la luz.
El siguiente estadio de esta espiral está más relacionado con la idea de compartir el resultado entre los niños, pero en mi caso ese proceso lo veo en dos vertientes: por un lado, suelo buscar la opinión de aquellas personas que creo pueden dar su punto de vista; y por otro lado, comparto la experiencia de hacer partícipes a mis modelos cuando voy elaborando mis imágenes. A partir de ahí la reflexión está más relacionada con la creación del cuerpo conceptual, del discurso, del cómo quiero, a quién me dirijo y de qué manera puedo sintetizar todas esas ideas que nacieron en mi imaginación para escribirlo y describirlo de una forma sencilla y coherente en mi discurso. Al terminar cualquier proyecto, a veces, se desarrolla otro de manera casi transversal que sigue latente en mi imaginación y que puede volver a mover esa espiral creativa en un flujo constante. No obstante, opino que todo proceso requiere un tiempo, una dinámica y sus diferentes fases. Esto lo recalco mucho, pues parece que la inmediatez está haciendo que el tiempo de reflexión y búsqueda se hayan perdido en lo banal y superfluo.
Nos gustaría saber qué proyecto o proyectos recuerdas de manera especial. ¿Podrías adelantarnos algo sobre los proyectos en los que estás trabajando actualmente?
No tengo predilección de un proyecto sobre otro y creo que todos forman parte de mi visión de mi propio mundo y el que me rodea. Además, en todos ellos me implico totalmente. Desde mi proyecto “Noli me tangere”, el primero donde desarrollé parte del temario de mis autorretratos hasta pasando por “Anima Mundi” o recientemente “Anima. Animus”, donde es más patente mi inclinación hacia lo queer. En estos momentos estoy en pleno cierre de un proyecto que está relacionado con el cuerpo humano y la naturaleza, “Natura Corporalis”, y una parte del mismo se expondrá el próximo año con una pieza de video-performance en Barcelona. Sigo implicado en la teoría queer y aspectos relacionados con la cosificación del hombre en un proyecto denominado “Alma Queer”.
¿Cuál es tu opinión sobre el frenético ritmo de vida actual y el papel tan importante que juegan las redes sociales en la comunicación?
Como todo, tiene sus luces y sus sombras. Las redes sociales sirven para conocer el trabajo de los artistas, ayuda a difundir sus proyectos e incluso les permite contactar con otros y establecer sinergias o trabajos en común. El año pasado tuve la inmensa suerte de participar en una plataforma online sobre arte de acción “Queteperformen”, a través de una iniciativa dirigida por Fidel Darias desde Tenerife, quien se puso en contacto conmigo a través de las redes. Funciona mejor Instagram que Facebook en este sentido como núcleo de acercamiento y encuentro o como posible escenario para la colaboración. El lado negativo es la sensación de que hay gente que usa las redes e intenta vincularse con lo artístico desde la notoriedad y sin tener el perfil o la experiencia suficiente, personajes que hacen proyectos sin sentido, sin una labor crítica, sin discurso y son verdaderamente ridículos.
¿Hay algún o alguna artista con el/la que te gustaría colaborar?
Con Teresa Correa.
¿Cómo ves el panorama artístico del Archipiélago?
Hay una cantera de artistas jóvenes muy potente con trabajos muy interesantes y comprometidos. He ido conociendo algunos con los que he establecido buenas conexiones. Me gusta estar con ellos porque me aportan mucha vitalidad e ideas. Sin embargo, desde ciertas instituciones se han olvidado de la generación de artistas de los ochenta a los que se les debe hacer una retrospectiva importante. Me estoy refiriendo al ámbito de Gran canaria, pues desconozco en parte lo que se hace en el resto de las islas. A día de hoy, los organismos oficiales están muy al margen de la realidad artística en Canarias y no me refiero en términos de producción, sino a niveles de precariedad laboral, apoyos y subvenciones. Seguimos sin tener un Estatuto del Artista y la administración no se esfuerza lo suficiente para garantizar que los artistas tengan un epígrafe específico en la Seguridad Social o algo tan significativo como acabar con las trabas arancelarias de aduanas para poder llevar la producción fuera del archipiélago. Los programas de apoyo son insuficientes y las convocatorias de ayuda deberían ser prolongadas, sumido al hecho de que los condicionantes burocráticos son harto farragosos para poder ser recibidas. Creo en las plataformas y los espacios alternativos, donde se hace necesario debatir sobre las verdaderas necesidades de los colectivos artísticos. Pertenezco a dos asociaciones de artes visuales y desde ellas hay una voluntad de cambio, pero es vital hacer una reforma estructural de las instituciones públicas culturales para evitar ciertos vicios y el modus operandi que está poniendo el peligro nuestro patrimonio cultural.
Estamos creando una biblioteca de sugerencias para nuestros lectores, ¿qué libro no puede faltar en la estantería de Tertulia y Arte?
Las Rosas de Hércules, de Tomás Morales. La verdad es que sigo muy poco a los escritores canarios pese a que soy amigo y colega de algunos. Mi relación con la literatura siempre ha sido muy estrecha porque me ayudó a sobrellevar momentos difíciles de mi vida. Durante dos años fui alumno del escritor Santiago Gil y, como bien sabrás, a finales del año 2019, publiqué mi primer libro de relatos Amores ciegos, que guarda mucha relación con la fotografía.
La artística como cualquier carrera profesional, además de formación y talento, requiere de apoyos para poder desarrollarse. Nos gustaría saber quiénes han sido tus apoyos tanto personales como profesionales.
Sin lugar a dudas hay dos personas desde el punto de vista artístico que me han apoyado siempre: Ricardo Montesdeoca y Saro León, y son, además, mi padrino y mi madrina en una acción “Sologamia” que realicé en febrero del año 2020, donde me casé con la creatividad como compañera de vida. De igual manera, agradeceré siempre a Orlando Britto por darme la oportunidad de dar mi primera charla como artista visual en el CAAM en el año 2019. También he recibido el apoyo incondicional de compañeros y compañeras del ámbito de las artes visuales a los que venero y admiro: Guillermo Lorenzo, Paco Rosique. Augusto Vives, José Riquelme, Pedro Lezcano, etcétera. No quiero que esto se convierta tampoco en un capítulo de agradecimiento.
Para despedirnos solo nos queda darte las gracias por dedicarnos este ratito. Gracias por dejarnos descubrir todo el trabajo que esconden tus obras y mucho ánimo con tus próximos proyectos. Hasta la próxima tertulia.
Muchas gracias a ti por contar conmigo.
Últimas exposiciones
2021
- Festival de Fotografía de Bruselas organizado por Hangar
- Project Room “Ontologia Queer” en el Primer Encuentro de Arte Actual de Las Palmas de Gran Canaria
2020
- Anima Mundi, Galería Saro León. Las Palmas de Gran Canaria
Premios
Mención de Honor en los Premios MONOVISIONS 2021
Finalista y premiado en el Programa de Videoperformances del CAAM con la pieza “Mascarillas”, 2021
Mención de Honor en los Premios MONOVISIONS, 2019