Colaboradora: Casandra González
Fecha de la publicación: 15/03/2022

Hoy tenemos una cita con Miguel Ángel Contreras Betancor (Las Palmas de Gran Canaria, 1961). Posee una dilatada trayectoria como escritor de relatos y ha publicado, entre otras, en las antologías Más de 100 Escritos a Padrón, Atlantes: Una travesía literaria, EspañaPunk y Pólvora y Sangre. Asimismo, Apagón en la cripta y El puzle, ambas publicadas en Ediciones Rubeo, son los títulos de sus dos primeras novelas, ambas de género negro. Ganador de los certámenes literarios Ciudad Galdós y Centro de Arte La Regenta de Las Palmas de Gran Canaria. Mil novecientos 75 (Nectarina Editorial, 2021) es su tercera novela. Un trabajo a caballo entre los géneros negro e histórico. Periodista de tinta y pecera, aprendió el oficio en la zona de calderas como teclista de La Hoja del Lunes en Las Palmas de Gran Canaria. Con posterioridad fue redactor en La Tribuna de Canarias, colaborador en La Provincia-Diario de Las Palmas y columnista en theobjective.com., además de en otros medios impresos. Ha desempeñado las tareas de Jefe de prensa y asesor de comunicación. Radio Las Palmas y Radio Música y Deporte (MYD) fueron algunas de las experiencias radiofónicas de mayor calado. Es miembro de la Asociación de Periodistas Bloggers (APB). Trabajó en el área social de una escuela-taller e impartió cursos de maquetación.

Tras esta breve presentación, y para comenzar con la ronda de preguntas, damos una calurosa bienvenida a nuestra pequeña tertulia a Miguel Ángel Contreras Betancor. Comenzamos con la primera: ¿Cómo fueron tus inicios como escritor? ¿En qué momento marcó la escritura literaria tu devenir personal?

No sé si todo inicio tiene un porqué, pero cuando hablamos de literatura resulta una obviedad afirmar que aficionarse a la lectura es la razón de peso y tal querencia debe crecer a la vez que ganamos centímetros, así que llegados a una edad madura —a elegir cuál— ya había hecho pinitos como guionista. Las carpetas sobre las repisas de la habitación atesoraban textos llenos de buenas intenciones, pero también algunos que otros rebosantes de carencias y le daba al magín buscando mi acomodo. El punto de inflexión llegó gracias a don Benito.

En cuanto a tu proceso creativo, ¿cómo te enfrentas al papel en blanco? ¿Qué pasos sigues para darle forma a tu obra textual?

Con la certeza de que entro en una etapa vital que requiere toda mi atención. Es cierto que observar el cursor aporreando la página en blanco tiene efectos hipnóticos, pero también es una imagen demoledora, desalentadora. Pero superadas las fases depresivas —sin llegar a la tragedia—, los instantes de duda —esos no pierden la oportunidad de fastidiar— y atar en corto las expresiones eufóricas —no sea que la arboleda impida— mi estrategia como escritor avanza hasta el objetivo final. 

¿Crees que la insularidad ha marcado tu hacer literario? 

Sin duda el lugar donde hemos nacido y vivido nos dota de unas características singulares —ni mejores ni peores— en cuanto a nuestra forma de ser y de pensar. Evidentemente, la sensación de soledad, lejanía y hasta de incomunicación pueden resultar una buena tierra para el cultivo literario. No obstante, la definición de isla es perfectamente aplicable a una metrópolis… Puestos a elegir: ¿qué archipiélago nos gusta más?

A raíz de tu experiencia, ¿qué ventajas y desventajas observas a la hora de publicar en Canarias?

«En casa del herrero cuchara de palo», y ahora toca una explicación. Lo primero que debe asumir un autor es que no será profeta en su tierra, que su teléfono estará más tiempo en silencio que recibiendo llamadas de medios de comunicación, que si quiere vivir tendrá que trabajar como todo hijo de vecino y, por último, si desea que se conozca su libro, deberá mover todo su cuerpo a lo largo y ancho de la geografía insular. ¿El salto a la Península? Deberá aprovechar una oferta en las tarifas aéreas, pero antes de eso es recomendable encomendarse a la diosa Fortuna.

¿Qué opinas sobre el frenético ritmo de vida actual y el papel tan importante que juegan las redes sociales en la comunicación? ¿Y en relación con la literatura?

Intento que la calma gobierne mi existencia a pesar de las ciclogénesis explosivas emboscadas tras cualquier esquina, pero reconociendo que la tarea es harto complicada me conformo con no terminar el día con excesivas magulladuras. En torno a las redes sociales, creo que del inicial espíritu constructivo han degenerado en una especie de gallinero multisensorial no apto para espíritus ofendidos desde la cuna. Ahora bien, el uso de las mismas en el universo literario es una buena herramienta de promoción, información y contacto, pero siempre que sea con sosiego.

¿Qué opinas sobre la literatura que se gesta en Canarias? 

Hay para casi todos los gustos y, en algunos casos, su calidad está fuera de toda duda. He disfrutado con grandes textos cuyos autores se han hecho un lugar en la memoria actual y futura de los lectores y de la literatura nacional. Aunque sea en Canarias como allende el charco que nos separa de la Península, muchos críticos, editores, lectores y librerías aún no sean conscientes de lo que se cuece por este asirocado archipiélago.

Si tuvieras la oportunidad, ¿con qué autor/a te gustaría colaborar hoy por hoy? ¿Por qué?

En muchas ocasiones colaborar es una decisión que no depende exclusivamente de los autores. Dicho lo cual me gustaría compartir páginas con…, aunque llegado el caso, él o ellos serán los primeros en conocer mi respuesta. 

Fotografía de Isabel G. Álvarez de Sotomayor

Estamos creando una colección de arte para nuestros lectores. ¿Qué obra artística canaria no puede faltar en la colección de Tertulia y Arte? ¿Por qué?

Creo que ese honor le corresponde a Catalina Park, de Orlando Hernández. Es un texto en el que el también dramaturgo grancanario hizo un retrato amplio y cariñoso pero también descarnado, del paisanaje local y visitante que convirtió el Parque Santa Catalina en lo que fue, y no sé si lo que ahora es, medio siglo después de muchas cosas.

La carrera literaria, como cualquier carrera profesional, requiere ciertos apoyos para poder alzar el vuelo. Nos gustaría saber quiénes te han apoyado o cuáles han sido tus apoyos a lo largo de tu trayectoria literaria.

El apoyo fundamental tiene nombre propio: Isabel. Mi esposa ha estado desde el principio —y no hay tópico alguno— insuflándome ánimos, siendo la lectora cero, la persona de quien he recibido tantos halagos como las críticas más contundentes, una situación que se remonta desde mis incursiones en mi etapa de escritor de relatos hasta que decidí dar el salto a la novela. Obviamente, no puedo olvidar la confianza depositada por los editores que han publicado mis tres novelas y ellos saben que jamás podré olvidar su decidida apuesta por mis trabajos.

De los proyectos que has realizado o en los que has participado, ¿cuál merece una mención especial? ¿Por qué? ¿Tienes algún proyecto en camino?

Sin que suene a tópico, quiero a todas mis criaturas literarias. Si bien por alguna siento un cariño especial, tal vez será por el proceso de elaboración, posiblemente porque lo que se narra, sus personajes, el ambiente, psicológicamente lo siento más cercano. Quién sabe. En cuanto a proyectos, estoy trabajando en mi cuarta novela, cuya temática se aleja de lo hecho hasta el momento; el proyecto se sitúa en el siglo XIX, una centuria de lo más interesante e intensa, tanto que llevamos tiempo padeciendo las consecuencias de algunas veleidades decimonónicas. 

Finalmente, y para despedirnos, solo nos queda darte las gracias por dedicarnos este ratito. Ha sido un placer descubrir un poco más de ti y de tu hacer literario. Te deseamos mucha suerte en tus futuros proyectos. Hasta la próxima tertulia. 

El placer ha sido mío. Agradezco a Tertulia y Arte que me haya dado esta gran oportunidad que espero pueda repetirse.