Fotografía de Nacho G. Oramas.
Paco Juan
Déniz
Nombre y Apellidos: | Paco Juan Déniz |
Nacimiento: | Vega de San Mateo, 1956 |
Categoría: | Artista plástico |
Formación: | Autodidacta |
Colaboradora: Nira Cabrera
Fecha de la publicación: 27/09/2021
Hoy tengo el placer de compartir nuestra mesa de tertulias con uno de los máximos exponentes del surrealismo en Canarias: Paco Juan Déniz (Vega de San Mateo, Gran Canaria, 1956).
Lo primero, bienvenido a nuestra pequeña tertulia. Tras la presentación inicial es el turno de las preguntas. Allá va la primera: ¿Cómo fueron tus inicios profesionales? ¿Por qué decides dedicar tu vida al arte?
Fue algo intrínseco y que luego se consolidó. Empecé dibujando en el colegio para distraerme y cuando el profesor le comentó a mis padres que podía dedicarme a ello lo que hicieron fue dejarme un cuarto en mi casa y dinero para comprar mis primeros materiales. Así, con doce años, comencé en el oficio de la pintura. Mi primera exposición fue con trece años y desde entonces no he cesado, dedicándome única y exclusivamente al arte. Toda mi vida la he condicionado al arte y así es como se ha convertido en la fuente de mis grandes alegrías, pero también de la parte más amarga, una fuente bífida.
¿En qué medida ha marcado la insularidad tu desarrollo artístico?
Toda obra de un artista que sea canario o que la produzca en Canarias queda marcada por la insularidad. Desde mi experiencia puedo decir que la insularidad aparece representada en mis cuadros a través del mar, de las islas en medio del océano, de la gama cromática de azules o de la tierra, como los distintos marrones de Fuerteventura, del paisaje volcánico, de la vegetación, del horizonte, etcétera. Es imposible abstraerse de lo que a uno le rodea. Pero esta insularidad también ha supuesto un obstáculo para mi desarrollo artístico. La proyección de un artista canario, y en Canarias, se ve colapsada por las oportunidades que perdemos por la lejanía de Europa y la dificultad de mover la obra. También por el mercadeo que ha existido siempre en el mundo del arte, promovido y sustentado por la Administración Pública a favor de cuatro amigos que se reparten el pastel. Es inconcebible que el CAAM solo tenga en sus fondos una pieza mía después de cincuenta y dos años de trabajo o que el Cabildo de Gran Canaria no se haya molestado en adquirir una pieza de mi colección para el futuro Museo de Bellas Artes de Gran Canaria, por no hablar de la Biblioteca de Artistas Canarios.
¿Cómo nace tu proceso creativo?
Trabajando. No existe esa historia de estar en un diván y desde la contemplación que salga un cuadro. A no ser que lo que hagas sea ponerle un paraguas a un piano. Mi cocina, mi dormitorio y mi estudio están llenos de bocetos. Esos bocetos evolucionan en un lienzo. Y en ese momento empiezo un diálogo con el cuadro, él me va pidiendo lo que tengo que hacer y entra en juego el automatismo psíquico tan característico del surrealismo. Este proceso creativo tiene principio, que es el que he contado, pero no tiene fin. Tengo cuadros en mi estudio desde hace veinte o treinta años que de pronto un día me llaman y los termino. Eso sí, siempre me acompaña la buena música: Leonard Cohen, Janis Joplin, etcétera.
¿Hay algún o alguna artista con el/la que te gustaría colaborar actualmente?
He realizado muchas exposiciones colectivas o carpetas litográficas con otros artistas. Nunca he tenido problema en compartir espacio con artistas. No me creo superior a nadie, ni por experiencia ni por técnica, así que no me desagrada la idea. Por nostalgia me gustaría repetir con Juan Ismael, si pudiera revivirlo, o con César Manrique, dos grandes artistas con los que compartí amistad y espacio expositivo.
¿Cuál es tu opinión sobre el frenético ritmo de vida actual y el papel tan importante que juegan las redes sociales en la comunicación?
En el 2011 hice una pieza titulada La globalización de los monos y trataba precisamente la interconección que nos ofrecían las redes sociales en un mundo con cada vez menos interacciones personales. Un problema sin duda. Estamos perdiendo la capacidad de reflexión, de interactuar cara a cara, de manipular y crear con las mano. En fin, como les pasó hace años a los monos que evolucionaron al hombre, solo que ahora del hombre al…
Ahora los artistas compiten contra personalidades y profesionales de todo tipo para conseguir visibilidad en estos medios, ¿crees que el trabajo colaborativo es una buena estrategia para que las voces de los artistas tengan más fuerza?
Esa no es mi guerra. En mi casa no tengo internet, uso un móvil sin WhatsApp, sin correo electrónico. Mis redes sociales me las lleva un amigo. Me parece interesante la proyección que dan al artista, sobre todo por no depender de los grandes medios que no les dan cobertura. Por poner un ejemplo: cuando hice los cincuenta años exponiendo y lo celebré con una exposición retrospectiva en la Sala La Caldereta, en San Mateo, no vino ni un solo medio a interesarse.
¿Cómo ves el panorama artístico del Archipiélago?
Complicado. Admiro mucho a las nuevas generaciones que quieren dedicarse al mundo artístico. Ya comenté que el panorama artístico en Canarias pertenece a un club de elegidos. Eso provoca que, salvo honrosas excepciones, se produzca un arte estéril. Un arte que no molesta, que no genera pensamiento crítico, que no habla. Siempre he sido propenso a no intervenir en mis exposiciones más que para dar las gracias. ¡Ya hablan por mí mis cuadros! No sé qué más tendría que decir.
Estamos creando una biblioteca de sugerencias para nuestros lectores, ¿qué libro no puede faltar en la estantería de Tertulia y Arte?
Cualquier novela o poemario de mis amigos Ángel Sánchez o Arturo Maccanti, ambos grandísimas personas y Premios Canarias de Literatura.
Ya conocemos parte de tu pasado y de tu presente. Es el turno de una pregunta que no es fácil de contestar: ¿Cómo proyectas o visualizas tu futuro?
En mis cuadros tiendo a usar una gama cromática alegre, de colores vivos y cálidos. A veces cuento situaciones críticas, como en mi serie Reflexiones sobre La Pachamama, pero siempre con el ánimo de una salida, de una solución. Pero con el COVID-19, con la situación del arte en Canarias, mi paleta cada vez es más tendente al gris y espero que no acabe en el negro.
La artística, como cualquier carrera profesional, además de formación y talento, requiere de apoyos para poder desarrollarse. Nos gustaría saber quiénes han sido tus apoyos tanto personales como profesionales.
Me gustaría matizar que la profesión de artista requiere en primer lugar de talento, la formación podrá ser o no complementaria a lo primero. En mi caso no he recibido ningún tipo de formación reglada o academicista. Aprendí observando arte, a base de ensayo y error. Entendiendo la alquimia del procedimiento. Me hace gracia que hoy un artista se presente como licenciado en Bellas Artes y luego su obra no diga lo que pretende su discurso. Mis grandes apoyos personales han sido mis padres que, pese a encontrarnos en un contexto socio-económico rural y agrario como era San Mateo en los años 60, confiaron en su hijo. Profesionalmente he tenido muchos, de forma especial mencionar a Juan Ismael que cuando me acusaron de copiarlo dijo en medio de la sala en la que estaba exponiendo: “¿Y este es el que me copia? ¡Si pinta mucho mejor que yo!”.
Para despedirnos solo nos queda darte las gracias por dedicarnos este ratito. Gracias por dejarnos descubrir todo el trabajo que esconden tus obras y mucho ánimo con tus próximos proyectos. Hasta la próxima tertulia.
Muy agradecido y contento de que existan iniciativas como Tertulia y Arte. Precisamente son dos cosas que nos hacen falta hoy en día: diálogo y arte. Mucho ánimo y mucha suerte.
Premios
II Premio Bienal de Pintura de Teror
Hijo Predilecto de la Vega de San Mateo
Miembro Honorífico de la Escuela Luján Pérez