Quimeras de sal
Inma Flores
Estos versos forman parte del soneto “Temblando”, publicado en el poemario Quimeras de sal, entre otros tantos que hablan de la vida, del amor y el desamor y donde se desparrama un poco de humor a modo del azúcar que nunca ha de faltarnos.
El amor es esa fuerza que nos arrastra, nos ancla o nos impulsa más allá de nuestros deseos. En ocasiones, nos sentimos imparables; en otras, carentes de fuerzas para seguir más allá, incluso para existir, pero siempre hay un “algo” que nos invita a la vida, a levantarnos de ese fango incómodo y a volver a dar nuevos pasos.
Amor y desamor van de la mano, como la espina al tallo de una bella rosa, como el aguijón a la abeja que nos permite saborear la maravillosa miel.
El amor y la risa, la sonrisa, la paz inundando nuestros sentidos, la pasión que se asoma sigilos y el deseo impregnando cada instante. No puede faltar la duda, el miedo, la espina que hiere nuestra piel. Tampoco la palabra, la confianza, la fe y la osadía de volver a confiar tras la caída.
Amor y desamor, día y noche, sol y luna, tu abrazo y la soledad indeseada… Un zigzag que forma parte de la vida hasta que la muerte nos arrebata el sueño que siempre queda por cumplir.