Colaboradora: Nira Cabrera
Fecha de la publicación: 10/06/2021

Nuestra invitada de hoy consigue hacer del dolor algo bello: plasma heridas, cicatrices y traumas mediante distintas técnicas artísticas para tratar temas como el abuso del poder, el colonialismo o la identidad social. Tengo el placer de darle paso a Romina Rivero (Santa Cruz de Tenerife, Tenerife, 1982).

Fotografía de Teresa Arozena

Lo primero, bienvenida a nuestra pequeña tertulia. Tras la presentación inicial es el turno de las preguntas. Allá va la primera: ¿Cómo fueron tus inicios profesionales?

Considero que mi comienzo fue precoz una vez concluida la carrera en Bellas Artes. Recién egresada estaba sumida en cuatro proyectos de muy diversa índole: una individual (instalación_site specific) para ÁREA 60 en TEA, una escultura para el Edificio SEGAI de la ULL, un banco de diseño (mobiliario urbano) para los exteriores del Parlamento Europeo en Estrasburgo y una muestra colectiva NOW´15 en la Galería Artizar.

Nunca me planteé el arte como un hobby, pero tampoco el cómo operar una vez acabada la carrera. Todo lo que confluyó en apenas mi primer año como profesional, fue una labor muy intensa y enriquecedora tanto fuera como dentro del taller. Estoy muy agradecida de que se sucediera así, es decir, de que cada uno de estos proyectos entregados a convocatoria fueran seleccionados, porque no se produjo un cuestionamiento de la profesión. Sencillamente empecé a ejercerla.

¿En qué medida ha marcado la insularidad tu desarrollo artístico?

Ha propiciado el estudio de pensamientos y estéticas afines a materiales naturales y el uso de los mismos, además de la investigación de políticas heterocoloniales desde una mirada periférica, deslocalizada del modelo hegemónico que prolifera en las grandes urbes.

¿Cómo nace tu proceso creativo?

No nace en un punto exacto. Es la confluencia de inquietudes, pensamientos, acciones e interacciones. Coexiste un proceso incesante y paralelo de investigación teórica y formal. Mi desarrollo creativo se basa principalmente en sostener una coherencia, una esencia firme y sutil entre el enunciado visual y el conceptual.

¿Hay algún o alguna artista con el/la que te gustaría colaborar actualmente?

Si nos referimos a crear un proyecto conjunto o formalizar obra, me encantaría hacerlo con Teresa Correa, Olalla Gómez Valdericeda y Verónica Ruth Frías.

¿Cuál es tu opinión sobre el frenético ritmo de vida actual y el papel tan importante que juegan las redes sociales en la comunicación?

Ambas se tornan patológicas, por lo que es muy importante la coherencia de habitar conscientemente el momento y el espacio presente. El antiguo filósofo Lao-Tse pronunciaba: “Cuando dejo de ser lo que soy, me convierto en lo que podría ser”. A mí parecer sostiene un pensamiento similar al del filósofo surcoreano Byung-Chul Han: “Ahora uno se explota a sí mismo figurándose que se está realizando; es la pérfida lógica del neoliberalismo que culmina en el síndrome del trabajador quemado”.

Es vital para mí sostener un equilibrio de mis múltiples facetas de vida. El trabajo es solo una de ellas. Las redes sociales son una herramienta más de la actividad profesional y considero que su gran valor reside en hacer un uso progresivo y vinculado a lo cualitativo más que a lo cuantitativo. No creo que renunciando a la calidad de vida, se tendrá más calidad de vida. Hay que estar atenta a las ficciones.

Ahora los artistas compiten contra personalidades y profesionales de todo tipo para conseguir visibilidad en estos medios, ¿crees que el trabajo colaborativo es una buena estrategia para que las voces de los artistas tengan más fuerza?

Cooperar es un hecho muy hermoso. Es tender y que te tiendan la mano. Proporciona muchas cosas buenas, entre las que destaco el entusiasmo, la unión, la sabiduría y los cuidados mutuos. Yo coopero de forma asidua con muchos compañeros y compañeras, aunque ello quede en el backstage. No sé si es una buena estrategia o no, pero distingo que crear tejido es fundamental.

Fotografía de Teresa Arozena

¿Cómo ves el panorama artístico del Archipiélago?

El tejido es muy rico, es decir, hay una gran cantidad de creadores, docentes, gestores y otros profesionales, no solo muy bien formados, sino muy implicados en su labor. Sí, es cierto que las conexiones y relaciones con el exterior son muy pobres y eso acarrea que muchos proyectos o bien fracasen, o bien no se amplifiquen todo lo que podrían o necesitarían.

Fotografía de Teresa Arozena

Estamos creando una biblioteca de sugerencias para nuestros lectores, ¿qué libro no puede faltar en la estantería de Tertulia y Arte?

Diccionario biográfico de mujeres artistas en Canarias, de la docente universitaria y comisaria feminista Yolanda Peralta.

Ya conocemos parte de tu pasado y de tu presente. Ahora es el turno de una pregunta que no es fácil de contestar: ¿Cómo proyectas o visualizas tu futuro?

Refiriéndonos al contexto que nos ocupa, me imagino igual de comprometida que ahora con mi profesión.

La artística, como cualquier carrera profesional, además de formación y talento, requiere de apoyos para poder desarrollarse. Nos gustaría saber quiénes han sido tus apoyos tanto personales como profesionales.

Mis sostenes esenciales: mi pareja, mi madre, mi padre, mis amistades más íntimas y Lu. Profesionalmente, y de forma directa, lo han sido y son, los artistas Alfons Simó y Acaymo S. Cuesta. A ellos sumar todo mi profesorado, profesionales independientes, entidades públicas y privadas, en especial la Galería Artizar. Te daría nombres concretos, muchos, pero corro el riesgo de no poder acabar; créeme que ellas y ellos saben quiénes son.

Para despedirnos solo nos queda darte las gracias por dedicarnos este ratito. Gracias por dejarnos descubrir todo el trabajo que esconden tus obras y mucho ánimo con tus próximos proyectos.