Lo plástico, el objeto, lo falso se combinan y se convierten en mi punto de mira. Asumimos que son el reflejo de la actualidad y vemos cómo su evolución se convierte en nuestra realidad. Me interesa la sociedad de consumo, dependiente y seguidora de mundos artificiales que son venerados por permitir una felicidad comprada. Sigo a estos santuarios cotidianos que se presentan como bodegones actuales y plasman escenas en donde las gasolineras se convierten en las nuevas catedrales. La costumbre se convierte en obra. Capto, analizo, plasmo la expansión asiática, sus fetiches y su asentamiento en nuestras ciudades como origen de escenarios falsos y de una identidad de plástico. El fenómeno inmediato de los nuevos iconos y modelos de conducta. El catálogo de momentos y personajes que han formado a varias generaciones. Recuerdos convertidos en pinceladas de óleo.