Los rostros del Ego

Rocco Cardinale

Sin título una escultura de Rocco Cardinale

Sin título

2020-2021
Técnica mixta sobre base de madera.
Fotografía de Alby Martín Placeres.

Sin título una escultura de Rocco Cardinale

Sin título (Varias perspectivas)

2020-2021
Técnica mixta sobre base de madera.
Fotografía de Alby Martín Placeres.

Sin título una escultura de Rocco Cardinale

Sin título

2020-2021
Técnica mixta sobre base de madera.
Fotografía de Alby Martín Placeres.

Sin título una escultura de Rocco Cardinale

Sin título (Varias perspectivas)

2020-2021
Técnica mixta sobre base de madera.
Fotografía de Alby Martín Placeres.

Sin título una escultura de Rocco Cardinale

Sin título

2020-2021
Técnica mixta sobre base de madera.
Fotografía de Alby Martín Placeres.

Sin título una escultura de Rocco Cardinale

Sin título (Varias perspectivas)

2020-2021
Técnica mixta sobre base de madera.
Fotografía de Alby Martín Placeres.

Sin título una escultura de Rocco Cardinale

Sin título

2020-2021
Técnica mixta sobre base de madera.
Fotografía de Alby Martín Placeres.

Sin título una escultura de Rocco Cardinale

Sin título (Varias perspectivas)

2020-2021
Técnica mixta sobre base de madera.
Fotografía de Alby Martín Placeres.

Sin título una escultura de Rocco Cardinale

Sin título

2020-2021
Técnica mixta sobre base de madera.
Fotografía de Alby Martín Placeres.

Sin título una escultura de Rocco Cardinale

Sin título (Varias perspectivas)

2020-2021
Técnica mixta sobre base de madera.
Fotografía de Alby Martín Placeres.

Sin título una escultura de Rocco Cardinale

Sin título

2020-2021
Técnica mixta sobre base de madera.
Fotografía de Alby Martín Placeres.

Sin título una escultura de Rocco Cardinale

Sin título (Varias perspectivas)

2020-2021
Técnica mixta sobre base de madera.
Fotografía de Alby Martín Placeres.

La eterna búsqueda de la libertad, de la felicidad, de la afirmación personal y de la perfección emocional nos lleva inevitablemente a emprender un camino ético/político/existencial, quizá, dirigido a la estabilidad subjetiva y colectiva, a veces, de difícil interpretación y lectura. 

Al entrar en el “tejido social”, el ser humano moderno más auténtico, cálido y sensible es capaz de comprender sus cambios, de percibir sus transformaciones, de captar sus señales más incisivas, a veces ocultas detrás de un “egoísmo frenético”, y que complican este iter existencial. “Él” se mantiene alejado de los ritmos de nuestro tiempo, de las relaciones de poder (político, económico, comunicativo, ético y estético) y del “pensamiento universal”, haciendo de cada paso, de cada etapa, un stop reflexivo, consciente o inconsciente, absolutamente necesario a sacar conclusiones y poder continuar su camino formativo. 

El sujeto ahora atraviesa “la amarga incertidumbre” de la vida cotidiana, la amarga realidad que es, al mismo tiempo, causa y efecto de una precariedad emocional y una inestabilidad relacional y de valores. Este es el “aplastamiento del Ego”, una “nueva” forma de alienación y homologación contextual. “Los  rostros”, vivencias y experiencias subjetivas y colectivas, con las que ahora el ser humano moderno se enfrenta, observan y son observados en una danza silenciosa y poética de miradas y expresiones que  representan la esencia vital de nuestra sociedad. La autenticidad de las “historias” que estos rostros cuentan permite al sujeto traspasar el umbral de lo visible para reconocerse en un diálogo íntimo e interior, superando las vivencias individuales y abriéndose a nuevos horizontes comunicativos en los que la  “existencia” precede a la “esencia”. La forma visible del Ego no escapa a la mirada del observador, que ahora podrá combinar el “ser” y el “aparecer” en una evolución temporal para reconstruir la existencia. “Los rostros” y el observador especulan sobre los diversos aspectos que caracterizan al ser humano moderno, llamándolo a reflexionar sobre su propio Ego y sobre su rol en el mundo. De ahí, en conclusión, empieza el diálogo emocional con la imagen que completa el pasaje, el camino de la estética a la ética.

Rocco Cardinale